Pie de foto En Telecinco tienen prisa
por estrenar temporada y volver a arrasar en audiencias, al menos esa es la
intención. Y, en gran medida, lo consiguen temporada a temporada ya que por
ello son líderes anuales de audiencia desde hace años. Pero también tienen
prisa en dejar a un lado un verano de estrenos fallidos a tutiplén.
Aunque lo de Telecinco tiene
mérito. Estrena numerosos programas en plena época estival, todos fracasan,
pero sigue siendo la cadena más seguida por la audiencia gracias por su buen
day time (¡cómo para darle descanso a El programa de Ana Rosa y a Sálvame en
verano, las audiencias morirían!).
Ni Mad in Spain, The Wall o
Me lo dices o me lo cantas han tenido una buena audiencia. Lo de Socialité
merece lectura aparte. Mad in Spain ha cerrado su primera y única temporada por
debajo del 10% de audiencia, llegando a registrar incluso un 7% en su penúltima
emisión. Concebido como un debate que siguiese la estela de éxito de los debates
domingueros de los realities de turno, esta vez Jordi González no ha triunfado.
El fracaso de Mad in Spain: las razones
Se vendía como un Moros y
Cristianos de nueva generación pero la respuesta ha sido más bien fría y eso
que la competencia tampoco ha sido para tirar cohetes. Moros y Cristianos
enganchaba por sus temas novedosos y su gran plató a modo de teatro. En Mad in
Spain todo ha sido demasiado low cost incluso el plató y los horrendos
grafismos. Los temas a tratar son temas que se han tratado mil veces en todos
lados y la calidad de los tertulianos ha dejado muchísimo que desear. Pese a
eso la cadena no se rinde y promociona su nuevo debate, Sentido Común. Teniendo
los viernes ocupados previsiblemente con La Voz, los sábados con el Deluxe y los
domingos con el debate de turno de GH 18, la duda es dónde meterán este nuevo
espacio.
El fracaso de The Wall: las razones
Carlos Sobera ha sido lo
único aguantable de este programa con una escenografía más propia de los meses
de temporada alta. The Wall no es un mal producto pero no ha superado el 10% de
media en su primera temporada y un resucitado con suerte Me resbala en Antena 3
ha hecho pleno de victorias sobre el concurso incluso con repeticiones. La
intensidad de algunos concursantes ha
llegado a cansar al espectador, convirtiendo al programa en un espacio agónico,
lento, “jactible”…
El fracaso de Me lo dices o me lo cantas: las razones
Mancha negra en el exitoso
curriculum de Jesús Vázquez, que junto a Expediente Bullying ya acapara dos
fracasos en el último año. ¡OMG! Esta revisión de la Parodia Nacional dio más
vergüenza ajena que risa. Con temas desfasados y pocos pegados a la actualidad
debido a que fue un programa grabado meses antes. El listado de concursantes no
ha sido del todo atractivo, y el jurado no ha tenido la química que se esperaba
con una Yolanda Ramos desganada o un Jorge Cadaval sobreactuado. Un programa
demasiado low cost (se nota) que no pasará a la historia de la televisión. Su
audiencia en torno al 10% tampoco acompaña.
Socialité: en la cuerda floja
El otro estreno del verano
ha sido el programa de información rosa en directo de María Patiño los
mediodías del fin de semana. Socialité no ha sido ni fracaso, ni éxito. Y su
evaluación será más propia cuando pasen los meses y veamos cómo evoluciona. De
momento ha conseguido elevar algunos puntos la franja el mediodía de Telecinco,
sin embargo es una franja con poco poder en el cómputo diario. El Corazón de
TVE mucho más elegante y glamuroso, sigue superándolo con creces como a diario
Anne Igartiburu también vence a otro programa de La Fábrica de la tele con
facilidad, a Cámbiame. Veremos…
Eso sí, dos cosas que hay
que alabar a Telecinco. Que haya estrenado programas y varios en pleno verano,
una época muerta para las demás cadenas sobre todo para la dormida Antena 3. Y
que con ello, le haya dado trabajo a más profesionales del sector. Así sí.
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