Es una de “las chicas Al
rojo vivo”, porque sí, éstas están cogiendo ya suficiente fuerza como en su día
tuvieron las chicas Hermida. Cada día nos cuentan bien en plató, bien desde la
redacción de informativos o a pie de calle lo que acontece en la vida política
de nuestro país. Y entre éstas ha destacado y destaca una: María Llapart.
Vinculada a La Sexta desde
el año 2008, tras diez años le ha llegado su gran oportunidad: ser presentadora
de uno de los espacios de más éxito de la televisión actual y referencia
informativa, Al rojo vivo. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la
Universidad Pontificia de Salamanca, Llapart cuenta con una amplia trayectoria
profesional desarrollada en medios como la Cadena COPE, Onda Cero o Canal 4 TV.
Y desde 2012 cubre la información parlamentaria para la cadena verde. ¿Volverá
Llapart a los pasillos del Parlamento o La Sexta le tendrá preparado algún
premio a la vuelta de Ferreras? ¡se lo merece!
No tiene un perfil tan
versátil como Cristina Pardo que igual habla sobre política que hace una
sección con cierto humor en El Hormiguero o presenta un magazine de
entrevistas, María Llapart es más chica de información y actualidad. Este verano
está consiguiendo mantener los buenos datos de la tertulia y lo que es mejor
dando al programa su sello personal. Un perfil quizás algo más amable que el de
Ferreras y no tan incisivo como Pardo pero igual de exigente con sus
entrevistados y colaboradores, manteniendo el ritmo de un programa maratoniano
que es de suponer no es fácil presentar.
Al rojo vivo ha sido y es un
programa duro, la política lo exige pero Llapart ofrece un perfil más amable
que tiende a suavizarlo. Una sonrisa cómplice con la cámara que ha logrado que
la comunicadora se gane con nombre propio un lugar entre los presentadores
titulares de La Sexta. No sería de
extrañar que otras cadenas se fijaran en Llapart para presentar algún
informativo o programa de actualidad tras haber convertido aún más Al rojo vivo
en una cita imprescindible a la hora de comer.
María Llapart podría
perfectamente comandar la edición nocturna de un informativo, un programa de
entrevistas, uno de reportajes o El Objetivo. Ha demostrado controlar muy bien
la información, encandilar a la cámara y hacer que el espectador se sienta
cómodo viendo su programa, algo que a veces es complicado por las noticias que
se cuenta. ¡Larga vida a Llapart como cabeza de programa, de cualquier
programa!
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