Salvador Soler. // EPDA
-¿Qué balance hace de estos 6 años de alcaldía?
-Creo que hemos hecho un trabajo desde la
honestidad y el compromiso cuyos resultados son patentes. Cuando asumimos el
gobierno, en 2007, nos encontramos facturas en los cajones que comprometieron
el desarrollo de nuestro proyecto político pero fuimos capaces de superar la
herencia que nos había dejado el Partido Popular y conseguimos llevar a cabo
nuestras tres premisas: mejorar la vida en nuestro pueblo, ceder cuotas de
decisión importantes al tejido asociativo y ciudadano y vincular el concepto
“cultura” a Godella. En este sentido, hemos mejorado sustancialmente todos los
servicios que ofrece el Ayuntamiento –desde la limpieza, hasta la atención
ciudadana–, hemos protegido y promocionado nuestro patrimonio, nuestra huerta,
con la creación de 150 huertos de ocio de los que fuimos pioneros, con un
mercado de venta directa que permite a nuestros agricultores ofrecer sus productos
directamente a los consumidores; hemos construido y recuperado cerca de una
veintena de parques infantiles, más de una docena de calles; hemos implantado
y consolidado los presupuestos participativos; hemos recuperado el Matadero
como centro para la juventud y hemos rehabilitado el Centro de Arte Villa
Eugenia; además de ser de los pocos municipios que seguimos programando cultura
y creyendo en ella, así como en la formación.
-¿Económicamente cómo está Godella?
-La derecha ha intentado, históricamente, hacer
creer a la gente que la izquierda no es capaz de gestionar su hacienda.
Nosotros hemos cerrado todos y cada uno de nuestros ejercicios con superávit y
hemos reducido la deuda pública del Ayuntamiento en más 1 millón y medio de
euros en los 3 últimos años, algo que no ha hecho probablemente ninguna otra
localidad. Y todo ello sin menoscabar a nuestros músicos, nuestros pintores,
nuestros alumnos ni profesores. Somos un pueblo de artistas y esa debe ser
nuestra seña de identidad; debemos demostrarlo con hechos. Nosotros no
recortamos en el futuro de nuestros hijos. Ni por supuesto les recortamos a los
que peor lo están pasando: en 2 años hemos triplicado la partida destinada a
emergencia social y colaboramos con las iniciativas solidarias.
-En ambos casos, ha gobernado con un
tripartito de progreso. ¿Existe realmente una conciencia unitaria de la
izquierda?
-No. Si fuera así, la izquierda estaría unida.
Ahora bien, los que nos consideramos de izquierdas nos sentimos orgullosos de
ser plurales, de aceptar nuestras diferencias y de convivir con ellas. En Godella,
de la necesidad del entendimiento de las fuerzas de izquierdas, hemos hecho
virtud. Hemos sido capaces de trabajar por nuestro pueblo durante 6 años y lo
vamos a demostrar otros 2 años más con un gobierno de progreso. Pero al final
se impone la responsabilidad y la mayoría de ciudadanos de este pueblo decidió
que en Godella hubiera un gobierno de progreso, de izquierdas. Sabemos que no
somos iguales pero, por encima de ello, la derecha es la auténtica oposición a
nuestra forma de entender la vida y el servicio a la ciudadanía.
-¿Es operativo un gobierno de 4 años con
3 alcaldes?
-Bueno, fue uno de los acuerdos a los que
llegamos los tres partidos que estamos en el gobierno para continuar desarrollando
nuestro proyecto en Godella. Desde luego es inusual pero no supone ningún cambio
drástico en el día a día. Los tres partidos llevamos gobernando juntos desde
2007 y seguiremos manteniendo nuestras Concejalías sin cambios apreciables. De
todos modos, dentro de 2 años será el momento de analizar el éxito de la
experiencia.
-¿En qué situación se queda Godella tras
la sentencia del Tribunal Supremo respecto de la expropiación del parque de la
Dehesa?
-La verdad, muy difícil. Ese es el gran problema
que más nos preocupa y ocupa. La sentencia del TS nos obliga a pagar más de 16
millones de euros a la Congregación del Sagrado Corazón por una expropiación
que debería costar 400.000 si siguiéramos rigiéndonos por la ley que estaba en
vigor cuando se proyectó dicha expropiación. La ley que provocó la burbuja
inmobiliaria hizo que se multiplicara el valor del suelo y la congregación,
velando por sus intereses, se acogió al derecho de exigir el pago. Trasladamos
tres propuestas al juez de pago en especie que las monjas han rechazado. En
cualquier caso, lamentamos la falta de apoyo del PP teniendo en cuenta que en
lugar de defender los intereses de los ciudadanos de Godella, se ha dedicado a
intoxicar y a mentir con este tema para intentar obtener un rédito político.
-¿Cuáles serán ahora sus áreas de
responsabilidad en Godella?
-Continuaré con Hacienda, con Contratación de
Servicios y Suminstros y con la Oficina de Promoció i ús del Valencià.
Únicamente dejaré la de Servicios Municipales que entendemos que debe asumirla
el único concejal liberado que tenemos en Godella, que es el alcalde.
-¿Qué futuro político se plantea ahora,
más allá de las concejalías? ¿Se plantea progresar políticamente?
-Mi futuro político se circunscribe a Godella.
Estoy en política con la única intención de contribuir a mejorar la calidad de
vida de mi pueblo. En este momento no me planteo ningún horizonte político más
allá que mi trabajo en Godella.
-¿Cómo observa el futuro del PSPV-PSOE,
la cuestión de las primarias y las encuestas?
-Con optimismo e ilusión. Me satisface
enormemente que se haya aprobado por unanimidad que sea un proceso de primarias
universales, abierto a todos los militantes y personas interesadas. Tenemos
que estar en la vanguardia de los avances democráticos y recoger el guante que
nos lanzan nuestros ciudadanos y ciudadanas. Creo que, es un gesto que
demuestra la transparencia y la voluntad participativa de mi partido. Estoy convencido
de que las primarias abrirán un profundo debate politico y social y que srvirán
para construir un alternativa sólida a los gobiernos de la derecha tanto a
nivel estatal como autonómico.
-¿Qué necesita el partido a nivel
regional para remontar el vuelo?
-Quizá gestos como ése.
Demostrar que estamos junto al ciudadano, que nos preocupan sus asuntos y nos
comprometemos con él. Ilusión, ganas, trabajo y recuperar la credibilidad que
nunca debíamos haber perdido. Volver a estar presente en los movimientos
sociales, reivindicativos y en definitiva volver a ser el partido que más se
parece a este país y para eso tenemos que recuperar la calle.
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