Ni una puerta sin abrir, ni un detalle sin revisar: pronto los secretos de los Santos Juanes de Puçol serán historia

Folleto turístico. FOTO: EPDA

Encarna Sebastiá, Sonia Pineda y el Departamento de Comunicación han comenzado a abrir las puertas de la parroquia de los Santos Juanes. Una primera sesión de fotos es el punto de partida de un folleto turístico que este verano se distribuirá a través de la Tourist Info y de otros centros municipales, con el objetivo de difundir el patrimonio de la iglesia y facilitar que se organicen visitas guiadas.

La idea surgió en una reunión con el párroco Ismael Ortiz, tras la publicación del libro Puçol en la memòria, que recoge imágenes e historias de la población en el siglo XX. La conversación se centró en dar a conocer el patrimonio de la iglesia de los Santos Juanes, que, con sus cuatro siglos de historia, hoy por hoy es prácticamente el único monumento visitable de Puçol, junto a algún lienzo de la muralla del antiguo jardín botánico y un molí de vent que necesita antes un buen lavado de cara.

“El problema es que no existe un catálogo, ni siquiera un folleto promocional que permita orientar una visita guiada a los Santos Juanes y, de hecho, tampoco al resto del patrimonio histórico de la población”, explica la alcaldesa Merche Sanchis. “Así que cuando el Departamento de Comunicación planteó la posibilidad de echar una mano para crear un primer folleto turístico del patrimonio local, aprovechando que la parroquia ha mejorado la iluminación y está realizando algunas pequeñas restauraciones, no había más que una respuesta posible: vamos a sacar adelante ese folleto”.

Se trata de un trabajo de alguna forma experimental, para ver qué capacidad de convocatoria tiene. Si la idea funciona se podrá ampliar en el futuro a otro elementos de interés: la torreta, el molí de vent, los retablos del casco antiguo o incluso ideas más innovadoras, como la ruta de los árboles y la ruta de la piedras, dos proyectos en los que viene trabajando el profesor Vicent Ribes con sus alumnos del instituto desde hace tiempo.

La clave es proteger el patrimonio local y para ello el primer paso es darlo a conocer.

Hay más ideas para el futuro, de momento éste es sólo el punto de partida, pero ya está en marcha, que es lo más difícil: Encarna Sebastiá continúa siendo la encargada de encontrar esa documentación que ni el CSI sabe dónde buscar; Sonia Pineda, fiel a su empuje habitual, es la encargada de abrir todas las puertas reales o imaginarias para catalogar cada rincón; el Departamento de Comunicación se ocupa de las fotos, el diseño y la difusión del proyecto; el ayuntamiento, la cofradía y el párroco Ismael Ortiz se ocuparán de las fórmulas para financiar la primera edición del folleto y, lo que es más importante, que las visitas guiadas sean pronto una realidad.

Ahora que el libro Puçol en la memòria ya va por la segunda edición —a diez euros en las cuatro papelerías de Puçol y se agotará nuevamente, seguro—, el equipo que lo hizo posible continúa empeñado en recuperar nuevas páginas de la historia local. Y la elegida en esta ocasión es la parroquia de los Santos Juanes.