Héctor González. “No
te olvides la toalla cuando vayas a la playa”. Resuena en mi mente
el estribillo de la pegadiza canción que, a mitad de los años 80,
entonaba sin tregua el grupo Puturrú de Fúa. Retomando el inicio de
la cita, sustituiría el sustantivo final y su artículo por l´Horta
Nord. Sí. “No te olvides la toalla cuando vayas a l´Horta Nord”.
Ni la ropa de baño. Porque el área norte de Valencia disfruta –más
bien hace disfrutar con ellos a sus vecinos y visitantes- de 15
kilómetros de costa, la mayoría playera.
Resulta
difícil encontrar tanta diversidad como la que nos topamos si
recorremos esa quincena de kilómetros, ya sea empezando por la
alboraiense Patacona, limítrofe a Valencia, y terminando por el
marjal del Moro, en Puçol, o viceversa. O explorando con pausa la
costa de cada municipio, en algunos casos más diminuta y agreste,
como en Meliana; en otros más residencial y concurrida, como en La
Pobla de Farnals.
Podemos
transitar por dos puertos deportivos (en la citada La Pobla y el de
Port Saplaya, en Alboraia), que juntos suman unos mil amarres y que,
sobre todo, presumen de un entorno consagrado al placer del paladar y
del paseo sosegado. Pobla Marina, en el caso de La Pobla, ha logrado
rejuvenecer su área, mientras que las reminiscencias venecianas de
Port Saplaya configuran desde hace décadas su destacada seña de
identidad.
Entre
la Patacona y Saplaya se halla la más bucólica y dunar playa de Els
Peixets, con la popular ermita que sirve de eje de la fiesta
alboraiense. Siguiendo la costa hacia el norte, y antes de La Pobla,
podemos atravesar el litoral de Meliana y Massamagrell, poco pulido
para el veraneo. En el tramo norte de la comarca, las cinco playas
diferenciadas de El Puig y los dos kilómetros continuos de litoral
de Puçol.
En
total, 15 kilómetros comarcales de belleza dispar, contrastes,
puestas de sol marineras, chiringuitos, espigones y algún que otro
tramo que merece más atención pública. En todo caso, una costa
para saborear y, sorprendentemente por su cercanía a Valencia, para
que muchos de los habitantes de la capital autonómica la descubran.
¿Hace una ruta senderista?
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