Murgui con Antonia Dell"Atte. FOTO EPDA
Empiezo a escribir desconcertado,
pendiente de que no me traicione la mente a la hora de dictar las palabras que
tecleo letra a letra para escribir esta columna de prensa. He visto la
televisión, he visto las tertulias, he leído las noticias y al final descubres
que siempre es más de lo mismo, discusiones perdidas, soluciones que no llegan
y conductas afeadas que bajo los rifi-rafes se ponen al descubierto.
Vitos los episodios te preguntas
y ¿esto qué sentido tiene? La verdad es que muy poco o yo no se lo veo, salvo
que se le aplique un fin o sentido electoralista para enardecer a las
conciencias dormidas. Decía Quinto Septimio Florente
Tertuliano, hace 1795 años “No conviene
tratar como falso lo que conviene mirar como verdadero; no hay por qué condenar
lo que sólo produce bien.”
¡Que
inteligencia la de aquellos hombres! Mi madre esta noche en amena tertulia se
lamentaba de que sus nietos, o sea mis sobrinos, solo conocen a los padres de
mi madre, o sea a mis abuelos de oídas, y que bastan dos generaciones para
renovar la historia; gran lección la de mi octogenaria progenitora, y es
verdad, los hijos de mis hermanas no cocieron a mis abuelos con el rápido paso
de treinta años.
Esa
lección es la que nos da la vida. Te vas de un momento a otro sin decir adiós y
tu estela desaparece en el cielo cual estrella fugaz que se confunde con
firmamento. Sin embargo, los humanos no aprendemos de los errores, nos
empeñamos en forzar el tiempo, nos confundimos al hacer la historia, y
engañamos al transmitir las vivencias.
Mi
amigo Toni Gaspar, esta noche en una televisión hablaba con lógica aplastante
que los “signos de identidad” son para unir a los pueblos. Y es
verdad, hay cosas que nos unen, pero aquí somos tan “parvulitos”
que aun tenemos que hacer leyes para creérnoslo.
Vas a
Italia, o a la vecina Francia, y las banderas son tan grandes que se ven
ondear desde lejos… Aquí nos da no sé cómo llamarlo colgar la bandera
en el balcón, que si el águila… que si no es bi color que es tri
color… que el respeto… ¿No hay una Constitución que nos dice en
cada Artículo lo que toca? Y esa Carta Magna ¿no fue votada por el pueblo? Y
a estas alturas… ¿signos de identidad? O la lengua… toda la vida
hablando el valenciano y ahora ¿por imposición? Y las normas… y no se
cuentas cosas más… ¡SIGNOS DE IDENTIDAD!
Miremos
los signos de intidad que nos faltan, repasemos cada uno en su interior la
lista, y no condenemos lo que nos produce bien. Hay tantos signos vitales de
identidad que han desaparecido, que nos los han robado, y nadie hace nada por
devolverlos al pueblo. Nadie mueve un dedo por devolver lo que no es suyo.
Y
seguimos trabajando y trabajando para hacer historia, no querido lector, muchas
veces es para construir “mi historia”, a mí personalmente eso me
produce tristeza, porque es el momento en que mejor se confunde la historia.
Y la historia y sus protagonistas son los que marcan el presente del mundo.
Umberto
Tozzi cantaba en una canción en el año 1977: “Recuerdo que mi madre a
veces me decía, por qué tanto trabajo si no se compra vida. Y así las
estaciones van desfilando aprisa como desilusiones que arrastra al mar la
brisa…” Otro romántico que decía las cosas por su nombre. ¿Por qué
tanto trabajo si no se compra vida? Así estamos hoy. La vida es lo primero y la
vida de muchas personas está en nuestras manos, en manos de los políticos, creo
yo que es la hora de dejar a un lado ya que deben estar superadas las normas
de identidad, y tengamos la mente limpia para identificar las normas que nos
ayudarán a vivir y a mejorar esta sociedad.
Mientras tanto vemos otros episodios:
¿Qué mayor signo de identidad nacional que nuestro ex – presidente del
Gobierno y el ex – ministro estén en Cuba sin que la Embajada de España
lo supiera?
O ¿Cómo redactamos un duro
informe en contra del adversario político y antes de salir a la luz lo
retiramos? ¿Tan duro es lo que vamos a decir? ¿O no se puede decir por alguna
razón?
O ¿Cómo vemos desfilar por las Audiencias a quien todos
conocemos y callamos?
Esas señas de identidad son las
que deben preocuparnos. Els bous al carrer, la cabalgata del Ninot, las
ofrendas, las fallas, los fuegos aéreos y terrenos, las paellas, los buñuelos,
la cremá i el Ninot Indultat, Paquito el Chocolatero, Amparito Roca y el
Valencia del Padilla, ya están ahí. Eso va solo, no lo compliquemos.
Hablaba de Tertuliano y acabo con
una frase suya:
“¿Quieres ser feliz por
un instante? -¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? -¡Perdona!”
Feliz fin de semana.
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