Fachada del Hospital de Manises. EPDA
Si
nos preguntan que grupos de riesgo se recomienda que se vacunen año
tras año de la gripe, la gran mayoría responderíamos que las
personas mayores de 60 años y embarazadas. Pero no son los únicos
colectivos a los que se les aconseja que tomen precauciones. Los
especialistas del Hospital de Manises recuerdan de la importancia de
la vacunación a la población que está en contacto directo y de
forma habitual con gran cantidad de gente. Policías, personal
sanitario, cuidadores de ancianos o enfermos, profesores o
conductores de transporte público son algunos sectores de la
población a los que también se recomienda administrar la vacuna.
“La gripe es una
infección producida por un virus que se replica y que muta”
explica la doctora Lara González, médico de familia del Centro de
Salud de Manises. Es precisamente esta mutación la que ocasiona que
la vacuna tenga que modificarse cada año y adaptarse a la época de
frio, cuando es más contagiosa. Concienciar a la gente de la
importancia de vacunarse es uno de los principales retos de las
campañas de vacunación. Con la vacuna, no solo se evita el
contagio, sino que también se reduce el riesgo de padecer
complicaciones u otras patologías derivadas de esta enfermedad.
El grupo de riesgo
más amplio que se encuentra en una situación de fácil contagio son
las personas mayores de 60 años. Para facilitar su vacunación,
médicos especialistas del Hospital de Manises y sus centros de salud
se trasladan cada año a residencias, centros de jubilados y hogares
de ancianos para vacunar a la mayor cantidad de gente posible.
Por debajo de los
60 años, es recomendable que se vacunen las embarazadas o las
personas que sufren alguna patología como hipertensión, diabetes,
alguna cardiopatía o insuficencia renal. Además, es aconsejable
administrar la vacuna antigripal también a personas que mantienen un
contacto directo habitual con gente que se encuentra en grupos de
riesgo como persona sanitario o cuidadores de ancianos o enfermos
crónicos. Pero también es recomendable la vacunación a otros
colectivos como conductores de transporte público, profesores,
miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado o personal de
guarderías que están en contacto con mucha gente y pueden contagiar
a los grupos más vulnerables.
“Es muy
importante llevar a cabo una campaña de información, para
concienciar a la gente de la importancia de vacunarse. Mucha gente no
se vacuna porque no sabe que se encuentra dentro de un grupo de
riesgo” declara la doctora González.
Los síntomas más comunes
La gripe es una dolencia que se
propaga por inhalación de las micro gotas que se producen con la tos
o el estornudo de una persona engripada o al entrar en contacto con
algún objeto que contiene el virus, que después pasa a la boca o la
nariz. Por eso, es tan importante acostumbrarse a hábitos como
taparse la boca al toser o permanecer en cama cuando se padece la
enfermedad.
A menudo, algunos de los síntomas de
la gripe, como la tos o la congestión nasal, se puedan confundir con
los de un resfriado común, pero no hay que equivocar ambas
patologías. La gripe provoca fiebre alta, dolor muscular y de
articulaciones, dolor de cabeza e incluso diarrea. “Cuando uno pasa
la gripe, sabe lo que es la gripe” explica la doctora González.
“La gripe no dura un día, ni dos, dura más. Nosotros queremos
ponernos buenos en seguida y no se puede, la gripe sigue un proceso
natural y de un día para otro no desaparece”.
Aunque la vacuna de
la influenza ayuda a prevenir su contagio, es una afección que no
tiene un tratamiento específico más allá de dejar que sea el
propio organismo quien combata el virus. Los antibióticos, a pesar
de que sea una opinión extendida, no ayudan a mejorar los síntomas.
La doctora González recomienda tomar paracetamol o antigripales, que
ayudan a paliar sus síntomas, beber mucha agua para estar hidratado
y guardar reposo. Y en caso de cualquier duda, hay que acudir al
médico para descartar cualquier complicación.
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