Pie de foto Durante
las obras de mejora en el alumbrado público de Puçol se adaptarán
más de 200 farolas del casco antiguo y otros puntos de la población
con placas de iluminación LED, al mismo tiempo que se sustituyen los
soportes deteriorados, con el objetivo de mejorar la sostenibilidad
ambiental en el municipio, así como de reducir el consumo eléctrico
en más de un 60%. Paralelamente, se ampliarán puntos de luz con
farolas solares en la entrada a los túneles del Camí Fondo. Esta
actuación cuenta con un presupuesto cercano a 60.000 euros, la
realiza Gomintec, S.L. y se ejecutará entre la segunda quincena de
mayo y junio.
El
acondicionamiento ha comenzado con la sustitución del bloque
óptico por placas LED
fabricadas a medida en farolas de la zona del casco antiguo. La
intervención continuará con una segunda fase en la que se adecuarán
las luminarias en el barrio del Palau y el entorno de la Iglesia de
los Santos Juanes. Paralelamente, se procederá a la sustitución y
la ampliación de puntos de luz en el jardín exterior de la antigua
muralla, la entrada a los túneles del Camí Fondo y los parques
caninos de las calles Serra de Carrasqueta y Río Turia.
«Es
una apuesta por la sostenibilidad ambiental y la eficiencia
energética; ya que, en la actualidad, el Ayuntamiento de Puçol
destina cada año 700.000 euros en el pago del alumbrado público y
el consumo en edificios municipales»,
apunta Xavier Alcácer,
concejal a cargo del alumbrado público. «Las
lámparas LED reducen el consumo eléctrico entre el 60% y el 80%,
con la consiguiente reducción de emisiones de CO2 durante la
producción de energía».
«A
corto plazo, el siguiente paso se centrará en la sustitución
progresiva de farolas que, por su tipología, producen una elevada
contaminación lumínica»,
algo que ya habían solicitado los vecinos en los presupuestos
participativos. El concejal hace hincapié en que los ayuntamientos
deben liderar las políticas de cambio en
favor de la sostenibilidad y el consumo responsable,
«pero es la ciudadanía
la que marca la diferencia con pequeños gestos».
Estos
planteamientos están en sintonía con los fines del Pacto de
Alcaldías por el Clima y la Energía, del que el municipio forma
parte desde 2016. Se trata de un movimiento europeo que pretende
reducir las emisiones de CO2 en un 40% antes de 2030. Ya son 6.500
municipios europeos los que se han sumado al pacto; entre ellos,
1.500 españoles.
«Aunque
los objetivos del Pacto de Alcaldías son ambiciosos, todo gran
proyecto comienza tomando medidas concretas. En este caso, hemos
comenzado por el casco antiguo, porque hacía 25 años que no se
llevaban a cabo actuaciones en su alumbrado público»,
explica la alcaldesa Lola
Sánchez. «Además,
al ser la primera actuación, nos servirá para evaluar el porcentaje
real de consumo y continuar aplicando el plan en el resto del término
municipal con datos contrastados».
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