Pie de foto Una cosa está clara cuando
llega el verano, los españoles huimos de la televisión. El calor, la vida
social e internet han robado protagonismo a la tele durante los meses de
verano. Y ¿por qué no decirlo? El poco énfasis que le ponen las cadenas en la
programación veraniega. De hecho en pleno mes de agosto veremos como el
programa más visto en pleno prime time apenas superará el millón y medio de
espectadores siendo los programas de tarde los programas más vistos del día. O
lo que es lo mismo, se avecina un gran verano para Sálvame con el extraño drama
versus obra de teatro de Ángel Garó, la separación de Paula Echabarriga y David
Buscaamante, la re-boda de Jesulín con La Campanario o La Esteban contando las
verdades sobre Toño Sanchís, si es que no sale algún nuevo tema que revolucione
el corazón durante la época estival. ¡Menos mal que hay TDT o soluciones como
Netflix para ver interesantes series o programas chorras que a falta de mejores
planes te solucionan las noches de verano en casa!
La tv en verano ya no es
como antes. Sí, echamos de menos el Grand Prinx del Verano. Un programa que
llegaba a congregar cada verano a entre 3 y 4 millones de personas delante de
la televisión. Sin embargo, hoy en día sería inconcebible que un programa de
estas características estuviera tal cual en nuestras pantallas con el fervor
antitaurino en máximos históricos. ¡La que montarían partidos políticos como
Podemos si se utilizarán vaquillas como espectáculo televisivo! Y claro, sin
vaquillas no hay Grand Prinx, eso está claro, porque no sería el Grand Prinx
que recordamos. Este verano habrán pocas novedades en TV. T5 estrena The Wall
y A3 ha hecho ya lo propio con Ninja Warriors, dos programas que precisamente
compiten en la misma noche. No habrá mucho más. En las otras noches, al menos
A3 se decidirá por cine, cine y más cine. Los directivos de la televisión se
escudan en la poca inversión publicitaria durante estos meses de calor y en el
poco consumo. Hasta la 3ª o 4ª semana de septiembre no llegarán los pesos
pesados de la temporada alta.
En el pasado las grandes
cadenas testaban programas durante la época estival para comprobar si
funcionaban o no cara a mantenerlos en parrilla durante todo el año, ahora ya
ni eso. Se sigue emitiendo toda la programación con los programas, series y
concursos de mañana y tarde sin descanso. Originalidad al poder. Y sin ofrecer
un contenido novedoso y refrescante. Debería, sin duda, volver el Grand Prinx,
lástima que sigan sin aprobar su vuelta como sí lo han hecho con Operación Triunfo.
Grand Prinx era un programa inocente, de pruebas, divertido, con color, donde
conocías los pueblos de España y donde Ramontxu se consolidó como el
presentador favorito de los 90. Y ya puestos, ¿por qué no rescatar otros
grandes formatos para la época veraniega como Sorpresa, Sorpresa, Qué apostamos,
El Gran Juego de la Oca, La Parodia Nacional o Furor? tele sin pretensiones,
divertida, que lo único que quiere es entretener al espectador y poco más.
Ahora todo son talents y realities donde siempre salen los mismos y las mismas
sagas. El triunfo de Tu cara me suena demostró que el espectador consume lo que
le gusta, no lo que las modas dictaminan. ¡Queremos que vuelva el Grand Prinx
del verano!
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