Ramón Martínez tiene 43 años y es ingeniero agrícola. Es profesor en el IES Alto Palancia de Segorbe. Alcalde de Sot de Ferrer y presidente de la Mancomunidad del Alto Palancia desde el pasado 2015. Es vicesecretario de la nueva ejecutiva provincial del PSPV-PSOE de Castellón y secretario de Acción Electoral con Ernest Blanch, primer secretario general elegido en primarias. Recibe a El Periódico de Aquí en su despacho de alcaldía para analizar el trabajo de la Mancomunidad.
Presidente de la Mancomunidad desde 2015, ¿cuál es el balance que puede hacer hasta ahora?
Se ha aumentado la contratación de empleados a través de subvenciones. En 2017 se contrataron a 50 personas a través del taller de empleo de jardinería y Servicios Sociales y la Escuela de Música, todo ello gracias a los más de 100.000 euros extras para contratación que hemos recibido. A partir del 1 de marzo, tendremos cinco trabajadores sociales 1’5 educatores, dos psicólogos y un administrativo. En total, seis personas más respecto al inicio de la legislatura para reforzar el equipo de servicios sociales de base. Además, se ha firmado el Acuerdo Territorial por el Empleo de la Mancomunidad del Alto Palancia y su área de influencia, del que forman parte todos los pueblos de la Mancomunidad y Matet y la Vall de Almonacid. El año pasado se contrató a una persona y éste se contratará a dos técnicos. Nos acogimos a las ayudas para la contratación de pesonal cualificado y no cualificado menor de 30 años. Tenemos una administrativa, arquitecta, licenciada en Derecho y una en Informática. La idea es frenar que nuestros jóvenes se vayan de la Comunidad Valenciana. Además, en 2015 firmamos un convenio con la Agència Valenciana de Turisme y el Patronato de Turismo de la Diputación de Castellón para crear un Plan de Gobernanza Turística a tres bandas, con aportación del 33% del presupuesto cada administración, con la participación también de la Agrupación Empresarial de Turismo del Alto Palancia. Podemos hacer hasta ahora un balance muy positivo, pues se ha creado una marca turística abierta a todos los municipios. Se trata de aprovechar los recursos de cada municipio para ponerlos en valor como producto turístico que se pueda vender a los touroperadores. La comarca siempre ha tenido un atractivo turístico, pero más como colonia veraniega. Creemos que tenemos un gran potencial, con 1’5 millones de personas en Valencia y su área metropolitana. Se trata de atraer turistas a nuestra comarca, no sólo a un municipio y no sólo durante el verano. Nuestro objetivo es contribuir a la profesionalización del sector e intentar dar una imagen común entre todos, junto a las empresas que se han adherido. Finalmente, estamos muy satisfechos con la incorporación de Bejís, Torás y Navajas, por lo que ya somos 19 municipios. Estamos manteniendo conversaciones para que se sumen más y, de hecho, hago un llamamiento para animarles a que lo hagan, pues la unión hace la fuerza.
¿Previsiones y retos para este año y hasta mayo de 2019?
El principal objetivo es consolidar la situación económica de los municipios. Para ello, la apuesta por el turismo es fundamental y queremos ayudar a crear pequeñas empresas que presten servicios complementarios a esta actividad. Para conseguirlo, tenemos que poner en valor nuestros recursos paisajísticos y, sobre todo, el patrimonio gastronómico y cultural. Ya tenemos folletos basados en dos productos estrella como son el aceite de oliva y el agua. Vamos a seguir trabajando para mejorar los servicios sociales, porque somos una población envejecida, y la formación. Hemos solicitado otros dos talleres de empleo, uno que es una continuación del de servicios sociales y jardinería y otra línea, como es la de los animadores socioculturales e informadores turísticos, un taller clave para lograr el objetivo de crear en la comarca personal cualificado en el sector turístico.
¿Por qué es importante la existencia de la Mancomunidad?
La Mancomunidad es necesaria por la proximidad a los vecinos. La Diputación es el Ayuntamiento de Ayuntamientos, pero la Mancomunidad es la administración más cercana con carácter supramunicipal. En los presupuestos del Gobierno central, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón debería haber una partida para la Mancomunidad. El mantenimiento de la Mancomunidad depende de la cuota de 11 euros por habitante de aportación de cada municipio. De los planes provinciales recibimos 30.000 euros al año y de la Conselleria, una subvención para gastos generales de 15.000 euros aproximadamente. Todo lo demás son subvenciones a las que optamos. Sería muy importante que el Gobierno central dotara de presupuesto la ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, aprobada en 2007. Es una ley de Zapatero que no se llegó a desarrollar y es muy importante porque se tenía en cuenta el mundo rural.
Se han incorporado tres nuevos municipios. ¿Es importante la unión?
Es un paso importante. Torás y Navajas han entrado con fecha 1 de enero de 2018, lo que significa que la Mancomunidad no está politizada porque uno es del PP y otro gobierna un partido independiente. Sí, es muy importante la unión de todos para la optimización de los recursos y servicios.
¿Qué podemos hacer entre todos para mejorar la calidad de vida en el Alto Palancia?
Lo importante es que todo aquel que desee vivir en una zona, tenga la misma calidad de vida que una persona que lo hace en una gran ciudad. Desde que haya colegios, centros de días para mayores... Para ello hay que mejorar la conciliación laboral y, en esto, hay que convencer a los empresarios, así como mejorar el tranporte público para comunicar los municipios con los lugares de trabajo. También es muy importante la profesionalización del sector primario: agricultura, ganadería y turismo. Las administraciones de rango superior tienen que creerse que el problema que ahora tenemos en la comarca, también lo van a tener ellos, porque hay infraestructuras vacías que deben mantenerse para dar servicio a quienes vienen en agosto. Y fundamental: hay que romper la brecha digital. A las empresas telefónicas no les resulta rentable y no hay fibra óptica. En determinadas zonas no se ven algunas cadenas de televisión y las emisoras de radio también tienen problema de cobertura y se oyen mal.
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