Cosme Herranz. Hace
unas semanas el señor Álvarez Lozano, columnista de un periódico
comarcal, en uno de sus escritos reflejaba su malestar por la
discriminación que existe entre las inversiones que se realizan en
El Puerto y en Sagunto por parte del Ayuntamiento, a favor de
Sagunto. De forma cordial, amena y con un lenguaje cercano a la
ciudadanía normal y corriente que somos la gran mayoría, explicaba
estas diferencias, por cierto muy bien justificadas. Los que seguimos
a Miguel Álvarez Lozano desde que éramos unos chavales con su
columna "Visto y oído" sabemos de primera mano que si por
algo se caracteriza es por decir las cosas con respeto, con mucho
respeto. Y el señor Álvarez Lozano ni es segregacionista, ni
simpatizante de Iniciativa Porteña, simplemente se siente porteño
como la gran mayoría de nuestra gente.
Pero
el odio de los saguntinos de Compromís a todos aquellos que
defienden El Puerto y denuncian las injusticias y las
discriminaciones a los que somos sometidos la ciudadanía porteña
por parte del Ayuntamiento de Sagunto es ilimitado. Un concejal
saguntino de Compromis escribía un artículo a la semana siguiente
cargado de odio contestando al señor Álvarez Lozano desde su lejana
y cómoda poltrona tildándolo de mentiroso y de generador de
malestar y división entre la ciudadanía. Mire señor concejal
saguntino de Compromís, debería tener más respeto por nuestra
gente, y decirle que si por algo se caracteriza el señor Álvarez
Lozano es por ser una persona sensata y coherente, alejada de la
crispación y del odio, odio que tienen ustedes hacia lo porteño.
Con un discurso frío, demagógico y alejado de la realidad y de la
gente común intenta defender lo indefendible dando a entender que no
existía discriminación entre las inversiones que se hacen en
Sagunto y en El Puerto. Y lo dice sin que se le caiga la cara de
vergüenza.
La
ciudadanía porteña está harta de aguantar los insultos y las
provocaciones de los saguntinos de Compromís. El Horno Alto está
cerrado, el futuro museo industrial sin inaugurar, la Nave de
Talleres inservible, en El Puerto somos el doble de habitantes y nos
discriminan en las inversiones, el museo de la casa del Barrio Obrero
se lo pasan "por el forro", atentan contra nuestras
tradiciones, nuestras costumbres, nuestro lengua, nuestro patrimonio
y lo peor de todo, contra nuestra gente. Les hemos dicho elección
tras elección que en El Puerto no les queremos, por eso son la
fuerza menos votada, siendo un simple partido local como Iniciativa
Porteña la 1ª fuerza. Y sobretodo les hemos dicho mil veces que NO
somos Sagunto y que respeten nuestro topónimo.
Sin
embargo, podemos ver día tras día a los saguntinos de Compromís
disfrazados de romanos y promocionando su ciudad con miles y miles de
los impuestos de los porteños mientras dejan languidecer nuestro
patrimonio industrial porteño.
Una
cosa es insultar, provocar y reírse del mundo segregacionista y de
la primera fuerza política de El Puerto como es Iniciativa Porteña
y otra muy diferente es meterse y llamar embustero a nuestra gente.
Ya
sé que el señor Álvarez Lozano le ha contestado, y como siempre de
forma cordial y sensata. Y le ha dejado como decimos la gente normal
de la calle: "con el culo al aire".
Bájase
de su cómoda y lejana poltrona y dé una vuelta por su Sagunto
grande, unido y libre y después bájase a El Puerto, perdón a
Sagunto para usted, y díganos a los porteños mirándonos a la cara
que no estamos discriminados. Estamos acostumbrados a que los
saguntinos de Compromís se rían en nuestra cara. Eso sí, los que
vivimos de nuestro trabajo y no de la política le aseguro que nos
seguiremos dejando la piel por conseguir que El Puerto se segregue y
sea un pueblo libre e independiente, día tras día, generación tras
generación, hasta el último aliento.
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