Contadores de riesgo sustraídos por una banda detenida por la Benemérita en 2013. EPDA Los ladrones de cobre se han vuelto a cebar con los agricultores
de Sagunto. En lo que va de año, los cacos han robado más de 40
contadores de riego en el municipio ocasionando graves daños en la
partida de Montíver y la de Gausa.
Los delincuentes roban estos medidores agrícolas por su carcasa
de cobre, que luego venden en el mercado negro. Una tendencia que
está de moda entre los ladrones y que lleva castigando a los
agricultores del Camp de Morvedre desde hace más de tres años. De
hecho, según destaca el presidente de la Asociación Valenciana de
Agricultores (AVA) en Sagunto, Francisco Campillo, “son más los
daños que ocasionan a los agricultores que las ganancias que ellos
consiguen en el mercado negro con la venta del cobre. Una carcasa de
cobre la pueden vender en el mercado por 4 ó 7 euros, mientras que
el agricultor tiene que reponer la puerta que han roto, y que incluso
se llevan, los candados y las llaves de paso. Lo destrozan todo y eso
hay que reponerlo”, matiza Campillo.
La solución pasa por sustituir los contadores de fundición por
unos de plástico, y en el término municipal de Sagunto ya se ha
renovado el 30%. Además, el Sindicato de Riegos va a adquirir en
breve unos 500 contadores de plástico para sustituir el resto de
instalaciones.
Cabe destacar que la Guardia Civil detuvo en 2013 una banda
organizada formada por varios individuos, que sustraían los
contadores de riego y que actuaban principalmente en la comarca del
Camp de Morvedre. Estos individuos llegaron a sustraer un total de
557 contadores de riego, los cuales vendieron a diferentes
chatarrerías de las localidades de Alboraya y Manises. Una vez más,
los agricultores de la comarcas se han convertido en el blanco fácil
de los cacos de cobre.
No obstante, el presidente de AVA en Sagunto ha subrayado que el
balance general de robos en los campos de la zona se ha reducido un
30% “gracias a la vigilancia del equipo ROCA de la Guardia Civil,
que en colaboración con la Guardería Rural, pillan in fraganti a
los ladrones”. A este factor “también se suma que los precios de
las naranjas están bastante bajos, por lo que no resulta rentable, y
que muchos agricultores no denuncian los hurtos”, apunta Campillo.
Por otra
parte, el presidente de AVA en Sagunto ha lamentado los hurtos en las
casetas de apeo. “Roban y se llevan las puertas y las ventanas y
los propietarios agotados acaban abandonando la caseta”, explica
Campillo.
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