El artista José Saborit junto con una alumna en la exposición Generación Z organizada por Caxton College. epda
El pintor, poeta
y catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la UPV, José Saborit, fue el
invitado de honor en la inauguración de la exposición “Generación Z” con la que Caxton College puso de relieve los
trabajos que a lo largo del curso académico han realizado sus alumnos de
Bachillerato y último curso de la ESO.
La circunstancia
histórica de que todos jóvenes artistas que participaron en esta VI edición del
ciclo de exposiciones de la Young Caxton
Artists, nacieran en el siglo XXI, se deja notar en la narrativa plástica
de sus obras. Una estética que, en buena medida, recoge sus inquietudes, sus
sueños y sus referencias sociales, entre tantos otros aspectos de su
personalidad. Esta nueva generación, muestra
una actitud ante la vida más tolerante, más multicultural y
más preocupada por temas sociales
y ambientales que las anteriores. A este respecto, durante el
encuentro que Saborit mantuvo con los artistas,
afirmó que “la pintura nos ayuda a tomar conciencia de la realidad que nos
rodea. Pintar es como un ejercicio de gimnasia que nos permite prestar mayor
atención a la naturaleza”.
Ejemplos de este
tipo no faltaron en esta exposición anual donde, entre otros temas de
actualidad, los alumnos trataron la falta de libertad de expresión de la mujer
árabe, la identidad de género o el doloroso mundo de la inmigración y de las
desigualdades sociales.
Tras un
recorrido por la exposición, Amparo Gil, directora de este colegio británico, aseguró que “la creatividad es desbordante en cada
uno de los trabajos de estos jóvenes artistas, quienes se desnudan sensorialmente dejando al descubierto su
compromiso vital con enorme arrojo y valentía. Es admirable como todos ellos
intentan alejarse de los caminos estandarizados para caminar, no sin riesgo,
por terrenos inexplorados donde encontrar su verdad artística”.
Cabe destacar
que esta iniciativa artística no es un hecho aislado en este colegio de Puçol,
sino más bien fruto de un sistema educativo que fomenta
la creatividad y potencia la imaginación en los alumnos desde edades
tempranas. Además, Saborit apreció la labor de los profesores del departamento
de arte por inspirar obras tan deslumbrantes en alumnos que no se dedican a una
especialidad artística y que no van a cursar Bellas Artes. “Aquí veo lienzos
que podrían ser de algunos de mis alumnos de primero de carrera”, concluyó Saborit.
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