El presidente de la gestora del PP de
Valencia ciudad, Luis Santamaría, ha exigido a Joan Ribó que “tiene que decidir
si está con los demócratas o al lado de los violentos”. Ha denunciado así la
actuación del alcalde que ha decidido –a través de la concejalía de Medio
Ambiente– multar a la empresa de limpieza de la zona centro que había eliminado
un mural crítico con la condena a ocho individuos por agredir a dos guardias
civiles y sus novias en la localidad navarra de Alsasua.
Santamaría lamenta que con esta
decisión Ribó “ampare murales que defienden a los violentos” y abunda en que no
se puede vivir con esa ambigüedad desde un puesto de tanta relevancia como el que
ocupa. Por eso ha insistido en que “los demócratas tenemos convicciones fuertes
en base a la tolerancia y el respeto a la legalidad y Ribó debe elegir si está
en esa línea o amparando a quienes, desde cualquier ámbito, dan abrigo a las
actuaciones de los violentos”.
El mural que se había pintado en un
edificio cercano a la plaza del Carmen fue realizado por Elías Taño y ha
provocado “las quejas de varios vecinos” recuerda Santamaría. Ante estas
denuncias de los residentes de la zona que manifestaban que la composición
artística era favorable a las tesis de la banda terrorista ETA la citada
empresa procedió a eliminarla.
Para Santamaría lo “grave” es que el
Ayuntamiento haya decidido penalizar esa actuación de la empresa amparándose en
el protocolo que tienen firmado con ella y, por contra, no hayan denunciado el
contenido de ese mural que es “claramente atentatorio contra los valores de la
democracia basados en la independencia judicial entre otros pilares”.
Luis Santamaría también destaca que
el Ayuntamiento haya decidido brindar al autor de la obra un muro en blanco en
otra zona de la ciudad para que pueda resultar “resarcido” y que “no haya
realizado ni una mínima reflexión sobre el hecho de la indignación que esta
obra ha provocado entre vecinos de la ciudad”.
Condenar las agresiones
El tripartito, con Joan Ribó a la
cabeza, “debe analizar estas cuestiones”, ha indicado Santamaría, ya que
entiende que “el camino que se ha marcado puede dificultar la convivencia en la
ciudad”.
El presidente de la gestora, por
último, ha considerado que “las instituciones deben velar por el cumplimiento
de la legalidad, la defensa de la libertad y deben condenar expresamente los
actos violentos como los que sucedieron en Alsasua y que deben avergonzar a
cualquiera que se considere demócrata”.
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