Luis Santamaría. El presidente de la gestora del PP de Valencia ciudad, Luis Santamaría, ha denunciado la “actitud” del tripartito que gobierna en el Ayuntamiento, con Joan Ribó a la cabeza, “de tener continuas ocurrencias para frenar inversiones en Valencia como la ampliación y mejora de la V-21”.
Santamaría ha reclamado “coherencia, responsabilidad y sentido común” frente a las ocurrencias como la que ha expresado la portavoz de València en Comú, María Oliver, quien ha propuesto como alternativa para descongestionar la V-21 en horas punta “escalonar la hora de entrada al trabajo en entornos próximos como la Universitat Politécnica de Valencia o la Universitat de Valencia”. Todo ello para frenar la ampliación prevista y aprobada en esta vía.
“Resulta incomprensible que se entorpezcan de forma continuadainversiones como ésta, que ha estado diez años en tramitación, y con la oportunidad de presentar alegaciones en los periodos de exposiciones públicas”, ha criticado Santamaría.
Del mismo modo, ha advertido que “seguir por este camino nos llevará a una realidad que es que se está desperdiciando una inversión de 30 millones de euros que es clave para la ciudad”.
Seguridad jurídica
El dirigente popular ha valorado la actuación del Gobierno de España, a través del Ministerio de Fomento, que “ha garantizado la obra siguiendo con todos los trámites que deben derivar en la adjudicación para la ejecución de la misma”. Entiende que la seguridad jurídica se basa en esta forma de proceder, ya que “se han cumplido todos los trámites y no se puede intentar modificar o frenar un proyecto después de haberse aprobado con todo el consenso durante una década”, como denunció en su día la Cámara de Contratistas.
La obras de cuatro kilómetros entre Port Saplaya y Valencia, con un carril más en cada sentido, es “fundamental para el futuro de la ciudad y de la provincia” al dar servicio a una de las comarcas más densamente pobladas y porque “soluciona la movilidad en una de las arterias principales de entrada a la ciudad desde el norte con con una intensidad media diaria de tráfico en los dos sentidos que supera los 80.000 vehículos”.
Sin ambigüedades
Para Santamaría ha llegado la hora de que Ribó y su equipo de Gobierno se pronuncien “sin ambigüedades” para que los valencianos puedan conocer cuál es su postura frente a una de las principales inversiones que tiene garantizada por Fomento la ciudad de Valencia. “O se está a favor o se está en contra pero no se puede estar mareando la perdiz y cada día salir con una ocurrencia para justificar la paralización de esta obra que haría la vida más cómoda a los ciudadanos”.
Por último, ha recordado que la ley de protección de la huerta que impulsa la Generalitat, a la que se acogen desde el equipo de Gobierno municipal para intentar frenar la ampliación de la V-21, es en realidad un texto legal que “no protege a los agricultores ni a la actividad agrícola y paisajística. Está hecha de espaldas a los protagonistas del mundo rural”. En cualquier caso lamenta el “peligroso precedente de frenar una inversión que tenía un amplio consenso y que es necesaria para Valencia”.
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