Estado actual de la iglesia de Benicalaf de Benavites. EPDA
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La
lluvia y el viento de principios de marzo han deteriorado
más aún si cabe la estructura de la iglesia de Benicalaf, que
espera desde hace años una actuación urgente para evitar su ruina.
Este monumento del siglo XVIII del municipio de Benavites
presenta un estado total de abandono y las inclemencias
meteorológicas han provocado la caída de parte de la espadaña,
zona superior de la iglesia en la que están abiertos los huecos para
colocar las campanas.
Así
lo ha afirmado el alcalde de Benavites, Carlos Gil, quien ha
destacado que la situación es alarmante ya que “el mal tiempo ha
provocado la caída de unos cascotes de la parte superior de la
iglesia y tememos que se pueda declarar en ruina este monumento
tan importante para el municipio y para toda la comarca de La Vall de
Segó”. Cabe destacar que la iglesia de Benicalaf es uno de los
pocos testimonios de los antiguos poblados desaparecidos de la
comarca, que recoge la historia de un rico poblado musulmán de 40 ó
50 casas y una iglesia. Era una de las poblaciones más populares de
La Vall de Segó y en 1982 se declaró monumento histórico-artístico.
60.000
euros
El
Ayuntamiento ya ha solicitado una ayuda económica de 60.000
euros a la Diputación de Valencia para llevar a cabo una
primera fase de rehabilitación para sanear la cubierta y
la fachada de la iglesia de Benicalaf, con el objetivo de poner freno
a este rápido deterioro del monumento. Y es que este tesoro
histórico de Les Valls ha permanecido cerrado durante más de 200
años y ha sido utilizado como corral de ganado e incluso de almacén.
Para
el primer edil, la actuación en el inmueble es “urgente”
tras la caída de varios cascotes de la espadaña y espera que
la Diputación de Valencia resuelva positivamente lo más rápido
posible a la subvención solicitada.
Por
suerte, los desprendimientos no causaron ningún herido y los
técnicos del Ayuntamiento de Benavites limpiaron la zona
inmediatamente tras conocer lo sucedido el pasado viernes 14 de
marzo. Los cascotes cayeron sobre la Vía Augusta, carretera que es
utilizada por varios vehículos de agricultores y senderistas de
la comarca.
El
Grupo de Cronistas e Investigadores del Camp de Morvedre
también han reclamado a la Corporación provincial ayuda para
restaurar este monumento que puede quedarse en el olvido. Exigen
que la Diputación “se solidarice y ponga en marcha una
actuación rápida antes de que sea demasiado tarde”.
“Deseamos recuperarlo, consolidarlo y evitar que se degrade
más. Necesitamos que vuelva a ser un elemento patrimonial
destacado”, subrayan.
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