María Jiménez. En este 8 de Marzo de 2017, Día
Internacional de la Mujer Trabajadora,manifestamosque es necesaria la
lucha feminista, lucha que debe ser mantenida y de forma
unida por mujeres y
hombres, ante lo que existe y vivimos que es una falsa
igualdad, con la doble
discriminación que sigue existiendo, como mujer y como
trabajadora.
Seguimos luchando por ello, porque
queremos que desaparezcan las relaciones de trabajo
sometidas a las leyes del
mercado patriarcal y que dejen paso a la
autoorganización y la autogestión
igualitarias.
Mientras tanto, necesitamos
implantar derechos que nos protejan frente a
los abusos del capital, ya que los trabajos de todas las
personas, y en
especial de las mujeres, son un violento punto de unión
entre el patriarcado,
el patrón heteronormativo y el capitalismo más descarnado.
Defendemos la autogestión de los
Servicios Públicos y denunciamos la
privatización a los que éstos están sometidos y que nos
afecta especialmente a
las mujeres en sectores como telemárketing, limpieza,
educación, sanidad,
hostelería... pero que es extensible a muchos más empleos
y cargos, y así lo
seguimos sufriendo y manifestando. En este punto, estamos
hartas del salario
precario y de vivir en la precariedad. ¿Por qué en muchos
casos y en un mismo
trabajo, tenemos que seguir cobrando menos que un hombre,
por qué todavía siguen
faltando más mujeres en altos cargos, liderando proyectos
e iniciativas?, son
preguntas que pueden resultar pueriles, pero que a día de
hoy seguimos
padeciendo en una realidad que pide un cambio.
Para vivir en una sociedad
igualitaria, propugnamos la inclusión de la
economía feminista en todos los órdenes de la vida, para
erradicar las
desigualdades como la brecha salarial, la inseguridad, la
explotación de doble
jornada, que se extiende a la llegada del hogar, donde el
trabajo sigue sin ser
reconocido, valorado, y respaldado, el acceso a los
servicios sociales,
pensiones,educación y coeducación feministas, planes de
igualdad, techo
de cristal, para que todas las vidas puedan ser
sostenidas.
Por desgracia, además este 8M
padecemos la sinrazón de la tragedia de l@s
refugiad@s, que promueven l@s gobernant@s europe@s y por
supuesto, Trump, Por
ello, también debemos poner el foco en los derechos de las
mujeres refugiadas y
migrantes. No podemos consentir el ascenso de los
fascismos a nivel mundial
como uno de los garantes de que todo siga igual (de mal) o
peor, para las
mujeres.
En suma, mujeres, hombres, tengamos
claro y recordemos
que la lucha feminista debe seguir ante
la falsa igualdad que existe, para combatir la doble
discriminación, como mujeres
y como trabajadoras que todavía sufrimos, ya sea el origen
que tengamos, sea la
condición que defendamos, y lo combatiremos clamando
además por decidir todo
por nosotras mismas, por nuestra libertad, por el fin de
los maltratos, de los
asesinatos, porque nos queremos vivas y porque queremos un
sistema igualitario
de vida y trabajo para todas y todos.
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