Cosme Herranz. Si hay algo que ha caracterizado al Ayuntamiento
de Sagunto durante decenios y decenios es la provocación y la falta
de respeto hacia la ciudadanía porteña. Todos los gobiernos
municipales, de diferentes colores, han marginado al núcleo porteño,
a excepción del periodo en que Segregación Porteña formó parte de
un equipo de gobierno que aplicó políticas igualitarias y justas
para ambos núcleos. Políticas que respetaron nuestro topónimo,
nuestra lengua materna, nuestras señas de identidad, nuestros
valores y cultura; con unas inversiones en ambos núcleos equitativas
(recordar que El Puerto tiene el doble de habitantes que Sagunto).
Y ahora el nuevo equipo de
gobierno formado por Compromís per Sagunt, EUPV y ADN Morvedre sigue
aplicando políticas discriminatorias para la ciudadanía porteña
siguiendo la línea de sus antecesores en el Ayuntamiento.
Y siguen provocando. Han
trasladado el IVAJ del Casal Jove situado en El Puerto a Sagunto,
parecido a lo que nos hicieron con el INSS dejando el de Sagunto y
cerrando el de El Puerto. El cierre de la UNED (Universidad Nacional
de Educación a Distancia) situada en el IES Camp de Morvedre de El
Puerto, ya que el Ayuntamiento ha retirado la subvención de 80.000
euros amparándose en la Ley de Sostenibilidad del gobierno. Por otro
lado, en el programa cultural de Otoño, también se margina a los
porteños, muy bien explicado por el concejal Sergio Paz en los
medios de comunicación. Todo ello unido a un reparto desigual en las
inversiones y la falta de respeto a nuestro topónimo.
Y luego se extrañan y se quejan
de que Iniciativa Porteña sea la fuerza más votada en El Puerto y
de que cada día sea más intenso el movimiento porteño
segregacionista que comenzaron nuestros antepasados y hace que cada
vez seamos más los que decimos con orgullo: QUE NO SOMOS SAGUNTO,
QUE SOMOS EL PUERTO.
Por eso es fundamental que en esta
legislatura se establezcan las bases para poder realizar una consulta
popular y poder decidir libremente si queremos o no pertenecer a
Sagunto. Y acabar con este problema enquistado desde los años 20 del
siglo pasado. Imagino que este equipo de gobierno que se las da de
progresista no pondrá ningún impedimento a este proceso, negado
continuamente por Compromís per Sagunt que defiende el derecho a
decidir de los pueblos, incluidos los de La Conchinchina, pero que
niega reiteradamente a la ciudadanía porteña; en un acto de
hipocresía difícil de superar, que les llevó en el pleno donde se
pidió el referéndum, a abstenerse y meterse debajo de sus asientos,
pero literalmente, ante el silbido popular.
La llama del movimiento porteño y
segregacionista sigue más fuerte que nunca, y cuando intenten
apagarla siempre habrá un porteño para alzarla y decir con orgullo:
YO SOY DE EL PUERTO.
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