Pau March.
El pleno
municipal, desde el día 13 de junio, ya no es lo que era. Este no es un
artículo a favor, ni en contra de ningún partido presente en el pleno del
Ayuntamiento de Moncada. No voy en contra de nadie, porque hay cuestiones que
están por encima de la acción política de cada concejal y de cada partido. Quiero
referirme a la organización caótica del pleno del Ayuntamiento de Moncada.
Llevamos ya 4 – 5 plenos entre ordinarios y extraordinarios en los que
aclararse es imposible, y seguir el hilo más difícil aún. Al final, uno sale de
allí con la sensación de “han hablado
mucho, pero decir… han dicho bastante poco” y no es una sensación única y
exclusivamente mía. Ayer día 24 de septiembre tuvo lugar el pleno ordinario y
con el parón estival, el orden del día venía más que cargado, con mociones de
alta carga ideológica y moral que no son fáciles de debatir. (enlace al PDF con
el orden del día: http://www.moncada.es/opencms/portal/downloads/Ajuntament/OrdenDia/Convocatoria_Pleno_24-09-15.pdf)
Asuntos como
recuperar para la ciudad de Moncada el “Mosaico de las Nueve Musas” que ahora
se encuentra en el sótano del museo San Pío V o la declaración de Moncada como
pueblo refugio en el contexto de la problemática actual con los refugiados
sirios, son temas que no se pueden tratar a la ligera, y en los que cada partido
quiere y debe plasmar su seña de identidad, y tienen todo el derecho del mundo.
El problema no es que haya 7 grupos políticos en el pleno: PSOE, GUANYEM y
ACORD CIUTADÀ en el gobierno, y PP, COMPROMÍS, C’s Y AMUN en la oposición. El
problema está en como gestionamos el orden, los tiempos, en definitiva la
moderación del pleno. No estoy criticando la labor del moderador del pleno, en
este caso la alcaldesa Amparo Orts (PSOE), más bien estoy pidiendo, por el bien
de los asistentes al pleno, vecinos y vecinas interesadas en la política local,
la creación de un reglamento orgánico del pleno municipal.
Cualquiera
puede entrar en la web del ayuntamiento, www.moncada.es
y encontrar el orden del día, o las actas de plenos anteriores, pero no existe
un reglamento que regule el pleno, y se nota. Considero que no aporta nada
positivo a la ciudad, ni a la calidad democrática del Ayuntamiento que los
turnos de palabra se sigan en dos puntos del orden del día, y en otros dos el
moderador no sepa quien tiene que hablar. Tampoco es positivo, que los turnos
de palabra sean interminables, en los que el concejal del partido (x) pueda
estar argumentando, respondiendo y volviendo a argumentar durante más de 10
minutos un punto de una moción porque de esa manera se necesitan más de 90
minutos para votar 3 puntos del orden del día como ocurría ayer. Pleno que no
acabó tras más de 4 horas, con 3 puntos por debatir aún. A mi entender, si un ayuntamiento como el de
Valencia tiene publicado en su web el ROP en uno como el de Moncada, como
mínimo deberíamos tener un reglamento. De esa manera se podría modificar, si lo
hubiese un artículo como el 68 del ROP del Ayuntamiento de Valencia.
“Artículo 68.
Regulación de
las intervenciones.
1. Sólo podrán
intervenir en el debate los/las miembros de la corporación a quienes la
presidencia haya dado previamente la palabra.
2. Las/los
portavoces de los grupos políticos municipales o las/los concejalas/es
designados por éstos para intervenir sobre cada asunto, harán uso de la palabra
en orden inverso a su respectiva importancia numérica en el Pleno. Salvo que en
la legislación de régimen local o en el presente reglamento orgánico se
establezca otra cosa, las primeras intervenciones serán de cinco minutos. Las
segundas intervenciones o turno de réplica tendrán una duración de tres minutos
por grupo político. Excepcionalmente y en caso de asuntos de especial
relevancia la presidencia por sí o previo acuerdo de la Junta de Portavoces
podrá determinar que la primera intervención sea de diez minutos y la réplica
de cinco minutos por cada grupo político municipal. “
Para una ciudad de 22.000 habitantes, vería innecesario
determinar los tiempos como en un pleno como el del Ayuntamiento de Valencia,
con menos tiempo se podría realizar la misma labor, incluso mejorarla porque
los portavoces se verían obligados a sintetizar, y resaltar lo esencial de sus
intervenciones, sin realizar disertaciones sobre la materia para demostrar sus
conocimientos. Decir más hablando menos por el bien de los asistentes, por el
bien de su labor como concejales, y por el bien de los asuntos que se traten. Desde
estas palabras, me gustaría promover la creación de un reglamento tan necesario
para mejorar el funcionamiento del pleno de nuestro ayuntamiento del que
participaran tantos grupos políticos como hay, si así lo consideran. La
democracia no puede ser solamente el ejercicio de la mayoría, sino la búsqueda
del consenso en aquellas cuestiones que lo merecen.
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