Representantes de Som Valencians. EPDA Som Valencians ha denunciado que "Ribó se va de vacaciones a
Vietnam, sin dar la cara en el tema de Pere Fuset y los conciertos de
Viveros". Así lo ha hecho público Jaume Hurtado, secretario general de
Som Valencians, que ha advertido, esta misma mañana, que "la muerte
acaecida en el montaje de las gradas de los conciertos de Viveros denota
un problema grave de comunicación entre Anaïs Menguzzato, concejal de
Policía Local y Bomberos, y Pere Fuset, concejal de Cultura Festiva. No
puede ocurrir que en el Ayuntamiento de la tercera capital del Estado se
lleven temas de vital trascendencia mediante una gestión chabacana, de
andar por casa, en el que un concejal ni se entera que ha ocurrido un
hecho que afecta directamente a su área, como ocurrió con Fuset, que no
informó de los sucedido. Ahora, todos se limpian las manos en el Equipo
de Gobierno. Ribó se va de vacaciones a Vietnam sin importarle lo más
mínimo su responsabilidad, sin dar la cara por lo sucedido. Tampoco le
importa, ni ha dado la cara en lo referente al derribo del Casino
Republicano Pinzón del Marítim, que era un edificio emblemático del
Canyamelar y Ribó ha permitido que lo derriben, sin dar ninguna
explicación desde el Ayuntamiento".
Para
el dirigente valencianista, "es muy significativo que Ribó, en pleno
revuelo por lo sucedido en la adecuación para los conciertos de Viveros,
se vaya a descansar, como si se convenciera a sí mismo de que está todo
bien, que aquí no ha pasado nada. Demuestra que no tiene corazón y que
no le importamos lo más mínimo. Es sorprendente ver al alcalde de
Valencia dejando de lado sus responsabilidades, soltando el bolígrafo
encima de la mesa porque ya no aguanta más sin vacaciones, cuando caen
sobre su gobierno problemas de gran importancia y que cabe solucionarlos
o, por lo menos, estar presente dando la cara y escuchando a los
vecinos de la ciudad".
Por último,
Hurtado ha criticado, ampliando la lupa, a "todos aquellos que buscan en
la política un notable incremento en el nivel de vida, un divertimento y
no se dedican a la gestión pública por vocación, sino por notoriedad
otras cuestiones. Buena prueba de que eso ocurre, es la actitud
mantenida por Joan Ribó, huyendo del barco y dejando la casa por barrer.
Debería tener más agallas, enfrentarse a los problemas de cara y no
poniéndose de perfil. Demuestra, día tras día, que no merece el cargo,
ni la responsabilidad que tiene. Una persona que actúa así no puede
seguir gozando del privilegio, ya que es un privilegio y no un seguro de
vida, como él mismo piensa, de ser el alcalde de todos los
valencianos".
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