Foto: El Mundo
Supervivientes ya no es lo
que era. No en términos de audiencia donde sigue arrasando y que finalmente es
lo que le importa a Telecinco, si no en su esencial. En su paso por Antena 3 o
en sus primeras ediciones en la cadena amiga, Supervivientes mantenía en cierta
forma su espíritu donde primaban todos los aspectos relativos a la
supervivencia. Desde que Sálvame entrara en la parrilla de Tele 5, la principal
cadena de Mediaset no ha podido dejar de sucumbir a salvamizar un sinfín de formatos y Supervivientes no podría quedar
ajeno a ello.
No es algo nuevo. Aún les
sangran los ojos a los puretas fans de Gran Hermano cuando la cadena ya no solo
colocó a Jorge Javier Vázquez como presentador, si no en incluir aspectos más
propios de Sálvame que de un programa de convivencia. Por no hablar de Belén
Esteban concursando en el programa o famosos visitando a los anónimos y
conviviendo con ellos. En el caso de Supervivientes pasa tres cuartos de lo
mismo.
El espectador observa desde
su casa como el reality se ha convertido en una extensión del Deluxe. La cosa
tiene su fundamento: la famosa retroalimentación de T5 en todos sus programas
de los mismos temas. Que haya un Pantoja en Supervivientes ya es un clásico y
este año no podía faltar Alberto Isla mientras que Chabelita y su ex Alejandro
Albalá que, oh casualidad es novio de Sofía de GH, están en plató. ¿Alguien se
cree a estas alturas de la película la pantomima de que Albalá quiera o haya
pensado espontáneamente ir a la isla a romper son su novia tras el acercamiento
de ésta con Logan? The show must go on y a T5, cómplice o cabeza pensante de
este lío bobo, todo esto le encanta.
Supervivientes se ha
convertido en un plató de Sálvame en hora punta. Lleno de gritos, de famosos
contando sus secretos para luego al volver seguir haciendo caja, con una María
Lapiedra hablando de su relación con Gustavo González como si estuviera en
plató. Un formato viciado por las ganas de T5 de satisfacer a una audiencia, su
audiencia, enganchada crónicamente (en mayor o menor intensidad, va por épocas…)
a estas historias marujiles y de corazoneo. La fórmula vuelve a funcionar, así
que una vez termine Supervivientes, nos espera un verano con muchísimos frentes
abiertos para tratar en el Deluxe.
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