Jaime García. Decía
Renán que hay hombres de partido que necesitan creer que tienen
toda la razón, que luchan por una causa santa y que los que tienen
enfrente son facinerosos perversos. Magnífica descripción de
nuestra situación política. Por todo ello crean cordones
sanitarios y se convierten en pelotón sumarísimo contra otros
partidos, especialmente contra el que gobierna.
Critican,
arrancan a trozos la dignidad del contrario, antes que el juez se
pronuncie. Les interesa más el linchamiento que la sentencia.
Gozan derramando su tinta de calamar y proclamando el “ius
gladii”,pena de muerte política, contra su enemigo. La clase
política española está acostumbrada a criticar a quien no piense
igual. En el s.XV la Inquisicón sometió a los judíos conversos o
judaizantes a terribles tormentos. El espíritu de Torquemada aún
perdura hoy. No les importa que los jueces aún no se hayan
pronunciado .Cierta prensa y televisión se encargan de airear las
condenas y la culpabilidad. Tanto es así que han convertido el
Parlamento y Senado en un auténtico gallinero. Para ellos vale más
el huevo hoy que la gallina mañana. Les importa un bledo la dignidad
de la persona y su familia. ¡Cuánto odio y rencor acumulan en su
páncreas!. Les molesta que el PP. mantenga encendida su lámpara e
intentan apagarla. No importa en absoluto que los jueces no hayan
pronunciado su sentencia. Ignoran que la peor tiranía es aquella que
se ejerce al margen de la justicia.
La
ética de ciertos partidos más que por los suelos anda por los
rastrojos. Intentan cubrir sus vergüenzas culpando sólo a la
derecha. Como buenos quijotes, lanza en ristre, arremeten contra
aquellos que piensan diferente. Ciertas televisiones, que todos
conocemos, se pasan de raya.¡ Siempre mañana y tarde contra el PP!.
Pretenden ser el pelotón de su muerte. Olvidan que en todas partes
hay goteras. Estas gentes saben que el estiercol no es santo, pero
conocen muy bien que donde cae hace milagros. La incoherencia ( y la
aversión al PP) es el sello de sus mensajes .No les oyes hablar de
la corrupción de otros partidos. Han encanallado el lenguaje y
recurren a un cierto filibusterismo.
Quiero
dejar claro que no hay partidos corruptos. La corrupción siempre es
individual. Hay médicos arquitectos, maestros, políticos…corruptos,
pero jamás diremos que la medicina, arquitectura, magisterio,
política es por ello corrupta. El refrán lo dice claramente: No es
villano el de la villa, sino el que hace la villanía.
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