María José García. Siempre
he tenido muy claro que cuando te contratan para trabajar en una
empresa tanto privada como pública se genera una responsabilidad basada
en sacar hacia delante el trabajo que te han encomendado con la mayor
rigurosidad posible. Muchas veces, la compatibilidad horaria es
complicada, sobre todo, si tienes una familia que atender. Pero eso no
es excusa, te pagan para ser productivo en tu tarea. Y ahí está el
talante de las personas, respecto a su responsabilidad, eficacia y
eficiencia, para cumplir con ese contrato laboral y saber compaginarlo
con todo lo que tu vida personal exige.
A
día de hoy, me enfrento a un trabajo de mucha responsabilidad ante a la
sociedad, de y en política, como portavoz de Obras Públicas,
Infraestructuras y Transportes del grupo parlamentario Ciudadanos (Cs)
en Les Corts valencianas. Y aunque los esteriotipos dictan que ‘un
político no hace nada’, la realidad del día a día demuestra todo lo
contrario. Ahora que vivo inmersa en este mundo, compruebo desde un
nuevo punto de vista lo complicado que puede llegar a ser compaginar la
vida laboral con la familiar. Pero no me quejo, nunca me he quejado en
este aspecto, ni trabajando en la empresa privada ni en la pública. Al
final aprendes a convivir y compaginar la responsabilidad, la eficacia y
la eficiencia laboral y familiar. O por lo menos, lo intentas.
Me
indigna que en la mayor parte de casos la labor que realizamos los
políticos para intentar mejorar nuestra sociedad y el tiempo que le
dedicamos tenga tan poca visibilidad. Hay esfuerzo detrás de cada
iniciativa día a día y no llega a la sociedad, oculto tras noticias más
llamativas o interesadas que venden más de circo y farándula. Y contra
ello lo único que podemos hacer es seguir trabajando con ahínco y
aprovechar casos como este, la oportunidad que me da este medio, para
expresarme y poner la atención sobre este asunto. Estamos a mitad de
legislatura y no se trata siempre de dar la opinión para sacar los
trapos sucios de otros partidos o sonrojar al Consell por su gestión,
también es importante a veces pararnos en el camino y reparar en la
responsabilidad que tienen los políticos y aplaudir su dedicación
constante.
En
estos dos años transcurridos, Cs ha sido impulsor de muy buenas
iniciativas aprobadas por unanimidad. Hemos consiguiendo desbloquear
carreteras en la Comunitat Valenciana paralizadas desde hace 20 años e
impulsar actuaciones de mantenimiento y mejora, como el caso de la CV-25
de Valencia, N-344 de Castellón o CV-865 de Alicante, entre otras. En
Transportes hemos apostado por la conectividad, movilidad y
accesibilidad, exigiendo al Consell que ponga en marcha las gestiones
para actualizar todas las concesiones en las líneas de autobús urbanas e
interurbanas. También hemos sido los impulsores del desbloqueo de la
ZAL (Zona de Actividades Logísticas) del Puerto de Valencia, iniciativa
enquistada desde hacía 30 años. Hemos apostado por las líneas férreas de
cercanías como las C2 y C3, entre otras, y pedido el aumento de la
frecuencia y la movilidad en algunas líneas de la FGV. Respecto a
Vivienda, hemos planteado enmiendas de mejora tanto a la Ley de la
Función Social, como a la de Pobreza Energética. Estamos trabajando en
el proyecto de la nueva Ley del Taxi y de la reciente entrada del
proyecto ley de la LOTUP.
También
hemos emprendido iniciativas muy interesantes para lograr que se
retomen las obras de la mediática línea T2 de Metrovalencia; estamos
siguiendo la trayectoria del tren Sagunto-Teruel-Zaragoza y la
importante conexión del centro logístico de Zaragoza con el de Valencia
capital; apostamos fuerte por el Corredor Mediterráneo, para que sea una
realidad, a lo que hemos sumado otra petición: que se vaya estudiando y
realizando el conexionado de los nexos más importantes de esta
infraestructura con los Puertos y Aeropuertos de nuestra Comunitat
Valenciana.
Tan
mal no estaremos trabajando la oposición cuando algunas de las
iniciativas que hemos presentado se las ha adueñado el propio Consell,
como es el caso de estudiar y realizar la previsión del conexionado de
la Autopista del Mediterráneo AP-7, antes de su liberalización, o la
creación de una unidad de drones para la prevención y control de
incendios forestales.
Además
de en estas iniciativas parlamentarias, estamos trabajando en muchos
más proyectos para mejorar la vida de los ciudadanos. Son muchas las
asociaciones, así como los colectivos y las plataformas con las que nos
reunimos para que nos trasladen sus problemáticas, necesidades y
preocupaciones. Las tienen y muchas, por lo que estará todo tan perfecto
como algunos venden… Lo comprobamos, lo constatamos, no estamos en los
despachos sin pisar la calle. A mí me gusta ser una parlamentaria
dinámica, mirar los problemas desde el prisma de quien lo sufre, del
ciudadano. Porque en Cs hay infinidad de políticos que proceden de la
vida civil, que antes de ocupar los cargos que ocupamos estábamos en ese
otro lado. Es por eso que a veces resulta frustrante comprobar que el
mito persigue a la clase política y, hagas lo que hagas, prevalezca eso
de ‘trabajar no vende. Criticar, sí’. Espero que algún día esos clichés
cambien y personalmente seguiré esforzándome como me esfuerzo para que
desaparezcan y primen solo la responsabilidad, la eficiencia y la
eficacia de las personas.
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