Un agente de la
Policía Nacional fuera de servicio de la Comisaria de Sagunt ha salvado a una bebé
que se estaba ahogando en València. El bebé estaba cianótico y no
reaccionaba a ningún estímulo. Unos días más tarde la madre de la
bebé le contó al policía que los médicos le habían dicho que sus
maniobras fueron determinantes para salvarle la vida.
Los
hechos ocurrieron cuando el agente destinado en la Comisaría de
Sagunt circulaba en su coche con su hijo por València, vio en la
acera a una mujer joven con un bebé envuelto en una manta, por lo
que de inmediato se acercó. El policía preguntó si necesitaba
ayuda y le contestó muy nerviosa y gritando que su hija se moría,
viendo entonces el agente que la bebé estaba cianótica y sin
estímulo alguno, por lo que la cogió y empezó a realizarle
maniobras de reanimación, pero sin reacción alguna, a la vez que le
decía a su hijo y a las personas que se habían acercado que
llamaran al 112.
Como
la bebé no reaccionaba le dio la vuelta para comprobar si tenía
algo en el interior de la boca, notando entonces como tenía toda la
garganta, boca y nariz llena de mocos, que comenzó a retirar
rápidamente desalojando las vías respiratorias, comenzando en ese
momento la bebé a dar síntomas de reacción y a llorar, todo esto
con dificultad.
Instantes
después llegó una patrulla de Policía Local y un servicio
sanitario que tras atenderla y estabilizarla la trasladó a un
hospital. El subinspector mientras atendía la niña y llegaba el
servicio sanitario recibió consejos médicos por teléfono desde el
112.
Unos
días más tarde, tras interesarse el subinspector por el estado de
la bebé, la madre, muy agradecida, le contó que los médicos le
habían dicho que sus maniobras fueron determinantes para salvarle
la vida.
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