El municipio de Gilet ha sido el escenario de un crimen entre un
hijo y un padre. Un joven de unos 33 años, vecino de la urbanización
Santo Espíritu de Gilet, ha matado a su padre a puñetazos, un
conocido taxista ya jubilado de unos 70 años.
Según fuentes cercanos al caso, los hechos se produjeron ayer por
la tarde en el domicilio familiar, un chalé ubicado en la
urbanización Santo Espíritu de la localidad donde vivía el padre
con su hijo. Sobre las 20 horas, la Guardia Civil recibió el aviso
de un amigo del parricida, al que había llamado para confesarle el
crimen. Los agentes de la Benemérita y de la Policía Local de Gilet
se personaron en el lugar de los hechos donde, tras entrar forzando
la puerta, descubren el asesinato.
El fallecido se encontraba en el suelo del pasillo con importantes
daños en la cabeza producidos por los puñetazos de su hijo, tras
las primeras investigaciones.
La policía detuvo minutos más tarde al parricida en el Clínico
de la ciudad de Valencia donde se había trasladado para curarse las
heridas que se había efectuado en las manos.
El suceso ha causado una gran consternación entre los vecinos de
Gilet ya que la familia es muy conocida en el municipio. El fallecido
era taxista en la ciudad de Valencia, ya jubilado, y viudo. Vivía
con su hijo y tenía otros dos hijos que residen en Gilet y en la
localidad vecina de Albalat dels Tarongers. Según algunos vecinos,
el parricida que responde a las siglas de J. C. "tenía
problemas con las drogas, pero nunca había protagonizado ningún
acto violento".
La Policía Científica está ahora investigando las causas del
suceso.
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