Juan Vicente Pérez.
Nos adentramos ya en los últimos días de la Campaña
Electoral que se dilucidará cuando las
urnas arrojen su veredicto inapelable en todos y cada uno de nuestros municipios. Unas urnas que determinarán la
composición de nuestras Administraciones. La más próxima al ciudadano, nuestros
ayuntamientos y la autonómica, que gestiona nuestro autogobierno. En definitiva
el 24-M dará paso a una nueva Administración, política, puesto que el sujeto
principal de la misma, los funcionarios, siguen en sus puestos propiciando que
todo este complejo entramado burocrático siga en funcionamiento prestando los
servicios esenciales a los ciudadanos, a la espera de los nuevos o no,
inquilinos políticos, que obtengan la potestad de dirigirlos para aplicar sus
programas electorales.
Desde el Partido Popular hemos apostado siempre por una
Administración más moderna, transparente y próxima a los ciudadanos, eficaz y
eficiente, que aporte un plus a la convivencia de nuestros pueblos y ciudades y
no una carga para todos nuestros vecinos. En este sentido hay que poner en
valor el tremendo esfuerzo que han realizado los distintos niveles
administrativos de nuestro país para mantener no sólo la sostenibilidad del
sistema en los momentos más duros de la crisis, sino que han sabido aplicar ese
sentido común necesario que sólo los populares son capaces de aportar. Entre el
2007 y el 2011 las políticas socialistas incrementaron el gasto de las
distintas AAPP del 39,2% al 45,2% del PIB. Mientras la crisis se llevaba por
delante millones de puestos de trabajo, la Izquierda ofertaba empleo público
con las arcas vacías, incrementando en 385.900 los trabajadores públicos. Una
situación insostenible para una economía en quiebra. El principal incremento se
produjo en el aparato administrativo, altos cargos y en organismos, empresas,
fundaciones, más de 4000. Un ejemplo más de la doble moral de una Izquierda que
ve la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio, con resultados funestos para
los ciudadanos.
Por ello, desde el inicio de la Legislatura el PP acometió
un importante proceso alabado por la OCDE como el más ambicioso llevado a cabo
por ningún país. Los recortes que clamaba la Izquierda, no eran sino la
adecuación de todo un modelo desfasado, adelgazando y modernizando una
administración que hacía insostenible el sistema. Tan sólo el ahorro conseguido
con las medidas aplicadas por el PP han supuesto más de 20.205M € desde el
inicio de la Legislatura, a los que habría que añadir otros 2000M € para los
ciudadanos y empresas por la disminución de las cargas burocráticas. Se ha
conseguido situar el Empleo Público a niveles de 2004, por lo que ahora,
conseguida la sostenibilidad del sistema, se pueden acometer políticas de
reposición en servicios esenciales.
Las políticas del PP han permitido suprimir más de 2.100
entidades públicas, volviendo a las cifras de 2003. Así mismo se ha aplicado
una inyección de liquidez sin precedentes, de 175.000M€ para ese pago tan
demandado por los proveedores de las AAPP y acabar así con las facturas en los
cajones. Unas políticas que han desarrollado una modernización de los modelos
de gestión, como la receta y las comunicaciones electrónicas, agilizando ese
interrelación vecino-administración, haciéndola más fluida. Y todo ello dentro
de un marco de Transparencia al que todos se aclamaban, pero que la Izquierda
en todos sus años de gobierno nunca desarrolló. Hasta que el PP la puso en
marcha, confirmando que mientras los demás están en el “podemos” y “debemos”,
los populares estamos en el “hacemos”, y ahí están los hechos para constatarlo.
Por eso son tan importantes estas elecciones. Para seguir avanzando y afrontar
los nuevos retos que la sociedad nos va deparando para afrontar el futuro. Un
futuro de mayor implicación del ciudadano en los asuntos públicos, no por el efecto
de ninguna Revolución, sino por el mero efecto de la evolución lógica de los
tiempos. En este sentido hay que significar el altísimo grado de cumplimiento
del Informe CORA, para consolidar esos cambios y evitar así volver al
despilfarro y las ineficiencias del pasado.
Nuestros municipios necesitan gobiernos comprometidos con
ese modelo de administración. Desde la cercanía, la proximidad, desde el
corazón de políticos forjados en la revolución del sentido común. Los gobiernos
populares así lo han demostrado, y tú lo has comprobado, experimentando esa
evolución en tu día a día. No es casualidad que gobernemos en la mayoría de las
instituciones. Que los ciudadanos hayan mostrado su preferencia por este modelo
centrado en las personas, a su servicio y no sirviéndose de ellas. No somos
perfectos, somos gente normal, gente como tú. No tiremos por la borda tanto
esfuerzo. Que la razón y sensatez se imponga en esa elección. Tú tienes la
palabra.
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