En diciembre de 2011 el PP se
encontró con el escenario más adverso posible, con un país al borde de la
quiebra que ponía en grave riesgo el Estado de Bienestar. Los datos eran
elocuentes, con un déficit público del 9'1% del PIB, una deuda comercial de las
AAPP oculta, superior a los 82,000 millones de €, con 177.000 empresas menos en
el período 2008-2012 y con un incremento de un +140% del paro en la última
legislatura socialista. Todo ello generó que España fuera el país de la OCDE
donde más creció la desigualad y la pobreza entre 2007-2011.
Frente a esa tormenta
perfecta, el PP afrontó el mayor reto de una fuerza política ante un escenario
tan negro y desesperanzador, estableciendo una serie de hitos a cumplir.
Primero había que sacar a España de la crisis y volver a la senda de
crecimiento y la creación de empleo; promover y apoyar un proceso de reformas
para potenciar la competitividad, la eficiencia y la prosperidad; afianzar la
convivencia democrática y la unidad de la nación española, dentro del marco de
la Constitución; fortalecer las instituciones y mejorar la calidad de nuestra
democracia a través de la Transparencia y la Regeneración democrática;
garantizar el Estado del Bienestar y la solidaridad entre los españoles.
Un escenario donde la labor
del Parlamento debía de ser fundamental, centrando la actividad
política,desarrollando una ingente tarea que en estos tres años de la
legislatura se ha traducido en 186 iniciativas legislativas, 471 PNLs y 762
comparecencias a solicitud del Gobierno o del GPP. Unas cifras sin precedentes,
un esfuerzo necesario e ineludible, porque España y los españoles no tenían ya
tiempo, el default nos amenazaba y había que armonizar con urgencia un
escenario legislativo que hiciera operativo el paquete de reformas del
Gobierno, desde el punto de vista económico, jurídico-institucional y social.
Una agenda reformista del
gobierno que se ha desarrollado por el GPP
para lograr la consolidación fiscal, la reforma del sistema financiero,
el fomento del emprendimiento, la reforma fiscal, la reforma laboral y las
políticas de empleo, la mejora de la competitividad.... Desarrollando el mayor
compromiso por la Regeneración democrática, con hechos y no simples palabras,
con la LO de Financiación de los Partidos Políticos, la Ley de Transparencia de
la que todos hablaban pero nadie ponía en marcha y la mayor reforma de nuestras
AAPP, o la LO de Seguridad Ciudadana, o la reforma del Código Penal y de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal.....
Un GPP proactivo y cercano al
ciudadano, que ha puesto en valor ese marcado carácter social de la agenda
reformista del gobierno, que afecta directamente a nuestros conciudadanos a
través de las Políticas Sociales. Una transversalidad necesaria para promover
iniciativas parlamentarias de apoyo a las familias y la infancia, la
conciliación, la corresponsabilidad, la igualdad efectiva, la lucha contra el
maltrato, etc. Acciones en defensa de aquellos que han sufrido con mayor
intensidad los efectos de la crisis. Educación, Sanidad y Servicios Sociales
han sido apuntalados por una acción decidida y comprometida por la vía de los
hechos.
Afrontamos
un año apasionante, donde hemos conseguido invertir una tendencia que nos
llevaba al desastre y el caos. Todos coinciden ahora en el nuevo milagro
español, que ha pasado de ser un país señalado por todos ha convertirse en la
referencia obligada en todos los Foros Internacionales. Ahora lideramos el
crecimiento en Europa y las previsiones se revisan constantemente al alza.
España ha hecho los deberes gracias al extraordinario esfuerzo de una
ciudadanía comprometida. Somos conscientes que aún queda mucho por hacer, que
nuevos retos y desafios aparecen en el horizonte, pero ahora somos mucho más
fuertes y estamos más preparados para afrontarlos con éxito
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