Numerosas abejas muertas en los terrenos de la protectora. EPDA Los terrenos de la protectora
de animales SOS Sagunto quedaron la semana pasada cubiertos por una
alfombra de abejas muertas. Según ha comunicado la presidenta del
colectivo, Carmen de Andrés, centenares de estos insectos cayeron
moribundos sobre el solar de la protectora después de que fumigaran
los huertos colindantes. “Inmediatamente llamamos al Seprona, que
visitó nuestras instalaciones y se hizo cargo de la investigación”,
informa Carmen de Andrés.
Cabe destacar que la Unión
Europea prohíbe el uso de tres insecticidas por ser potencialmente
peligrosos para las abejas. Se trata de los tres neonicotinoides: la
clotianidina, el imidacloprid -el insecticida más vendido en el
mundo- y el tiametoxam. Esta prohibición de la Unión Europea es
temporal, por un período de dos años desde su aprobación, por lo
que finaliza el próximo mes de diciembre de 2015.
El Seprona investiga ahora si
los propietarios de los dueños de los huertos colindantes a la
protectora utilizaron alguno de estos insecticidas prohibidos por la
UE.
Lo que sí que es cierto,
según ha asegurado a El Periódico de Aquí la presidenta de SOS
Sagunto es que “inmediatamente después de fumigar los huertos, las
abejas cayeron moribundas al suelo”.
Las abejas están protegidas
porque son unos insectos “imprescindibles para el equilibrio
ecológico y la agricultura”. Según Greenpeace, la producción de
alimentos a nivel mundial y la biodiversidad terrestre dependen en
gran medida de la polinización, un proceso natural que permite que
se fecunden las flores y den así frutos y semillas. Las abejas, y
otros insectos como mariposas y abejorros, son los responsables de
este proceso y, sin embargo, sus poblaciones están disminuyendo a
pasos de gigante. Entre otros factores, mueren por la agricultura
industrial y su uso de plaguicidas tóxicos.
Un
dato a destacar es que al menos una tercera parte de los alimentos
depende de la polinización y, en particular, de la efectuada por las
abejas. Además, cerca del 90% de las flores silvestres dependen de
la polinización por insectos. Por ello, es necesaria la protección
de estos insectos.
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