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La
Asociación de Criadores de Gallinas de Raza Valenciana de
Chulilla Chulival, con sede en Torrent, en la partida de Morredondo,
es la encargada de conservar y perfeccionar esta especie
que estaba en peligro de extinción.
En
la actualidad existen un total de 500 ejemplares gracias a la labor
de esta asociación, que se constituyó en diciembre del año
2007 y que aglutina a una veintena de criadores de toda la Comunitat
Valenciana.
El
presidente de la asociación, Juan Antonio Anaya, explicaba que
se trata de la única clase de gallina reconocida como raza
autóctona valenciana de protección especial por el Ministerio
e inscrita en el catálogo oficial de razas de ganado de España
en septiembre de 2007 y publicado en el BOE el 14/12/2007 con el
APA/3628/2007.
Además,
Anaya señalaba que “el objetivo final es perpetuar y
seleccionar este tipo de gallina, ya que es la única reconocida, que
no conocida, porque conocidas también están la autóctona
alicantina y la gallina valenciana de cinco dedos. Pero estas
razas no están homologadas como la gallina de raza valenciana de
Chulilla”.
Concretamente,
el patrón o características de la gallina en cuestión aglutina
aspectos como el plumaje, el tamaño, el color de los ojos, el tipo
de huevos que pone, etc. La gallina en cuestión es de plumaje
negro, con la particularidad de que el cuello y el dorso son de color
plata.
De
hecho, los elementos característicos de la gallina de raza
valenciana de Chulilla se pueden apreciar de cerca, gracias a las
exposiciones y monográficos que se organizan cada año desde la
asociación. “Así pues cada criador expone sus mejores
ejemplares y un juez de gallinas es el que otorga la puntuación
a cada animal, que puede llegar hasta un máximo de 97 puntos,
que es lo que marcan las normas de la entente europea”, según
afirmaba el presidente de la asociación.
Por
otra parte, Anaya apuntaba que las gallinas de raza valenciana
de Chulilla, se denominan justamente de Chulilla, no porque
sea autóctona del municipio de Chulilla, sino por una cuestión
puntual. En definitiva, gracias al trabajo de esta asociación
de criadores se ha garantizado la conservación y continuidad de esta
especie de gallinas que estaba al borde de la extinción.
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