Carlos Gil. Hay algo que
no me cuadra. En apenas dos líneas, una misma candidatura al
Congreso Provincial del Partido Popular de Valencia me pide
el voto por la libertad y, a su vez, para evitar que alguna
de las tres provincias de la Comunidad Valenciana vaya por
libre. ¿En qué quedamos?
Siempre he
opinado que la suma de distintos pareceres engrandece un
proyecto y que la capacidad de liderar radica,
principalmente, en la habilidad que se demuestre para hacer
crecer el sentimiento de conjunto incluso en aquellos casos
en que se presentan opiniones heterogéneas.
La provincia
de Valencia tiene entidad y capacidad suficiente como para
pensar y decidir por sí misma, siempre dentro de un espíritu
constructivo del proyecto común, nacional y regional, del
Partido Popular. No sería lógico esperar una uniformidad de
pensamiento en un Partido que suma más de 800.000 afiliados
a nivel nacional, de los que 150.000 pertenecen a la
Comunidad Valenciana.
Nunca me han
gustado los juegos de rebeldes, pero sí aquellos grupos que
saben definirse por sí mismos con capacidad para sumar a un
conjunto de ámbito geográfico superior. Si Valencia es esa
provincia díscola con el proyecto del PPCV, como algunos
quieren hacer ver, alguien debería explicarme cómo es
posible que Isabel Bonig obtuviese casi el 95% de los votos,
hace ahora un mes, en el Congreso Regional. O los díscolos
son tan pocos que no merecen mayor atención o quizá, y esta
es mi versión, no son tan díscolos como se les quiere hacer
ver.
La fuerza de
un liderazgo no se define ni por la marginación ni por la
aniquilación de notas discordantes, sino por su integración
y aprovechamiento y por saber gestionar la libertad de
pensamiento de todas las partes para construir un gran
conjunto como es el Partido Popular. Isabel Bonig tiene
ahora la primera gran ocasión de demostrar la fuerza de su
liderazgo calmando los ánimos, acercando posturas, evitando
la bipolarización de una provincia y jugando a las sumas con
quienes pueden aportar puntos de vista distintos para
alcanzar un mismo objetivo. La unidad y la capacidad de
sumar han sido siempre la grandeza del Partido Popular. No
la echemos a perder ahora que es cuando más falta hace
seguir creciendo, teniendo lo que tenemos enfrente en el
gobierno de la Generalitat.
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