Rafael Escrig.
Hace
ya bastantes años Julián Marías, que no Javier, escribió un
artículo titulado “Veinte palabras”, artículo que se publicó
en el diario ABC el 5 de noviembre de 1952. Se refería en él a los
vocablos más usados con que titulaban las películas de aquél
momento. Entre ellos figuraban palabras como: amor, aventura,
misterio, mujer, esposa, noche, enigma, juego, deseo, y siguiendo el
orden concluía con once voces más. Recordemos que eran los años
cincuenta.
Sería
curioso comprobar las palabras que se repiten más en los títulos de
las películas o en los libros de hoy. Por supuesto que el paso del
tiempo y las modas influyen absolutamente en estas cosas. Solo hemos
de comprobar cómo era la publicidad de hace unos pocos años y cómo
es la actual. Cómo se decían las cosas y cuáles eran nuestros
gustos. Pero en todos los casos, la palabra o palabras elegidas para
nombrar un producto, se llame película, libro o marca de detergente,
lo que se busca es el impacto que ha de causar en el consumidor, pues
no deja de ser un producto para la venta.
Quienes
deciden la frase para el título de una novela, por ejemplo, tienen
detrás un concienzudo y detallado estudio de mercado y cuando se
decide es porque se conoce de antemano el resultado que va a causar
en el público a quien va dirigido dicho producto. Simple marketing.
¿Imaginan ustedes cómo se titularán las películas o los libros
dentro de setenta años, si es que existen entonces películas y
libros como tal? ¿Qué frases serán las que muevan al consumidor?
Fíjense en los cambios en tan solo dos ejemplos: En 1921, Unamuno
escribió la novela titulada “La tía Tula” y en 1956, Tomás
Salvador escribía la novela por título “El haragán” ¿Creen
ustedes posibles esos títulos para una novela de hoy en día? En
cuanto al cine, tenemos una película dirigida por Juan de Orduña en
1941 con el título de “Porque te vi llorar”. Otro ejemplo, en
1943 Luís Lucía dirigió la película “El 13–13” ¿Tendrían
aceptación esos títulos hoy en día? evidentemente que no. Esto en
cuanto a la producción española, pero la extranjera tampoco se
queda atrás. Recuerden aquel título de “Cuando ruge la marabunta”
o “Juramento de venganza” ¿Verdad que suenan a folletín barato?
y sin embargo fueron películas que triunfaron en su día. Pero no
olvidemos lo que decíamos al principio. Vimos que la palabra más
usada era amor, seguida de aventura, misterio, mujer y noche.
Pues
hoy en día, pasados más de sesenta años, la palabra que más se
repite en títulos de novela sigue siendo amor, seguida de vida,
sombras, sueños y azul. Es curioso porque a pesar de que las frases
han cambiado tanto, las palabras fundamentales siguen inmutables y
curioso también porque coinciden al cien por cien en su sentido más
íntimo.
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