El Molí de la Sèquia de Moncada es un edificio de la época medieval localizado al este de la ciudad. EPDA Con solo unas zapatillas de deporte o una bicicleta, agua y algo sólido para reponer fuerzas podemos adentrarnos en un interesante viaje al pasado a través de sendas y campos. Es la nueva propuesta del Ayuntamiento de
Moncada, a través de su área de Turismo y Cultura, para conocer la riqueza paisajística y patrimonial de un término municipal que dispone de uno de los econsistemas agrícolas mejor conservados de la antigua huerta de Valencia.
Se trata de una ruta de cinco kilómetros, perfectamente señalizada y explicada, por construcciones y senderos que nos retrotraen hasta el siglo XIII, a la huerta de la antigua Orden Militar del Temple, señores de la alquería musulmana de Moncada hasta mediados de ese siglo. También tenemos la opción de conocer a fondo los parajes agrícolas de la zona, regados por la Real Acequia de Moncada en su tercer tramo, el conocido Arco de Moncada.
Por el trayecto, el visitante podrá encontrar paneles explicativos redactados en tres idiomas y códigos QR que le darán todos los detalles de cada uno de los elementos con los que se vaya encontrando en el camino.
El recorrido tiene como elemento destacado el histórico Molí de la Sèquia de Moncada, un edificio de la época medieval, localizado al este de la ciudad. En manuscritos templarios y en el Llibre de Repartiment ya se menciona un antiguo molino musulmán sobre la acequia de Moncada. Aunque la mayor parte de su estructura actual es del siglo XVIII, varios de sus elementos son todavía de época medieval. El Molí de la Sèquia de Moncada es un edificio casi único en la Comunitat Valenciana. En la actualidad ha perdido su funcionalidad original. El edificio harinero está protegido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por ser uno de los inmuebles más antiguos de la ciudad.
El paseo por la acequia descubrirá al visitante inolvidables panorámicas de la huerta, regada por un buen número de acequias y ramales menores, donde destaca el de la acequia del Quadrat, situada en el margen izquierdo del canal principal. Un riego que está regulado desde la antigüedad por la compuerta del ‘quadrat’ de Moncada que también se puede admirar durante el recorrido.
La visita incluye también el Puente del Real y el palacio de los Condes de Rótova, un edificio de finales del siglo XVIII y principios de siglo XIX, que en la actualidad alberga las dependencias municipales de la ciudad de Moncada. De camino pasaremos también por el antiguo matadero del siglo XIX y estilo modernista que es utilizado en estos momentos como sede del archivo municipal.
Un viaje en el tiempo, sin salir de la comarca de l’Horta Nord, por la herencia viva musulmana de acequias, tandas de riego, ramales... con solo adentrarse por el mosaico de huertas heredadas a partir de l año 1248 por los repobladores y futuros ciudadanos de Moncada, que la han mantenido desde entonces siempre verde y milenaria, en la que se puede encontrar variedad de cultivos de temporada.
No es la única opción que ofrece esta localidad de l’Horta Nord para los amantes de la historia. Así, para completar la jornada turística por la ciudad de Moncada, el visitante deberá acercarse a la ‘joya de la corona’: el poblado íbero de Tos Pelat.
El Tos Pelat es un yacimiento arqueológico de época íbera, un oppidum de aproximadamente tres hectáreas de superficie urbanizada. Se trata del único yacimiento ibérico de cronología antigua (s. VI-IV aC.) y carácter claramente urbano conservado en l’Horta Nord. Fue descubierto en 1920 por el arqueólogo valenciano Juan José Senent Ibáñez.
El Ayuntamiento suele planificar visitas guiadas a lo largo del año. Fuera de esos días, se pueden concertar escribiendo a museo@moncada.es o en el 961301752.
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