Vicente Soler dirigiéndose a los asistentes
El público abarrotó el salón de actos El salón de actos del Museo Municipal
de Gaibiel, acogió ayer un multitudinario acto de presentación de un libro
titulado “El árbol de la plaza. Memorias de Gaibiel” escrito por el empresario
de la localidad, Vicente Soler Pérez.
La presentación corrió a cargo del
profesor Pablo Vidal González, director del Instituto Universitario de
Antropología de la Universidad Católica de Valencia, que destacó el trabajo
como testimonio de lo ocurrido en Gaibiel en una buena parte del siglo XX, “el
autor tiene el mérito de haber sido capaz de trasladar la historia oral a un
texto”. Vidal señaló que no se trata de las historias habituales de vivencias
personales, sino que Soler se ha preocupado de recoger testimonios de vecinos
de la localidad para redescubrir una parte de su historia “recuperando muchas
cosas inéditas”.
A Vidal le llamó especialmente la
atención el relato del autor sobre una fiesta que se celebraba en la localidad,
la de los Santos Inocentes, “no se celebra nada más que en una población de
Alicante (Ibi) y otra de Valencia (Jaraco) y sería muy interesante recuperarla
aquí porque tiene las mismas connotaciones que en las otras poblaciones; “enfarinats”,
asalto al ayuntamiento, toma del poder por el pueblo…” La propuesta fue bien
acogida por el público.
Por todo ello Vidal subrayó que “en
cada casa de Gaibiel, este libro es de consulta obligatoria, no sólo por su
interés, sino porque en él sale y está reflejado todo el pueblo, bien a través
del texto o por las muchas y excelentes fotografías que le acompañan”. Explicó igualmente
que el trabajo “revela el esfuerzo de la gente mayor para salir adelante, a
base de sudor sacrificio y esfuerzo” y con él se entiende “la construcción de
la economía y el desarrollo de la población a lo largo del siglo XX”. También
agradeció la labor de la Asociación Cultural El Bosquecillo por impulsar este
tipo de iniciativas en pro de la cultura y el patrimonio de Gaibiel, cuyo
presidente también participó en la presentación así como Ximo Pérez.
Por último, el autor desgranó algunas
anécdotas y apuntó parte del contenido de su trabajo, agradeciendo todas las
colaboraciones recibidas y el apoyo de su familia. También como aficionado al
mundo del teatro y de la rapsodia, quiso recitar un poema que en tiempos de
Franco le fue prohibido hacer en público, recibiendo los aplausos de los
asistentes.
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