Una promo del programa - Foto: Cuatro En la noche del viernes, el
género trónspido volvió a las pantallas de Cuatro,
aunque no con buen pie del todo en cuanto a audiencias se refiere. También volvió
Carlos Lozano a primera línea
televisiva, esta vez como profesional. El regalo envenenado de Mediaset al presentador y ex modelo por
ser la auténtica estrella de la última
edición de Gran Hermano VIP. Y lo
hizo como él sabe, cayendo bien y empalagando a partes iguales, tal y como lo
veíamos hace más de diez años en Operación
Triunfo. Así es de cruel el negocio de la televisión, tienes que armarla en
un reality, contar tus intimidades o que otros las cuenten por ti para que una
cadena vuelva a ponerte en primera fila. No ocurre con todos los profesionales,
pero ocurre. Y Carlos Lozano es el último ejemplo.
Este show de búsqueda del
amor ya se encuentra en su 5ª temporada, es uno de los más veteranos de este
sub género fabricado por Cuatro. Las anteriores ediciones estuvieron
presentadas por la reina de lo trónspido, Luján
Arguelles pero de la última emisión a ahora ya han pasado casi 5 años. En
sus anteriores etapas, Granjero busca
esposa obtuvo audiencias de entre el 7 y el 9% de share, con audiencias
superiores en sus finales. Ayer la expectación era doble, a ver qué tal
funcionaba este programa eclipsado por el éxito de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y a ver qué tal se le seguía
dando eso de presentar a Lozano.
El programa arrancó tibio
con solo un 5,4% de cuota de pantalla y 872.000 espectadores, mínimo histórico
por otra parte. En su contra, el día. Un día nada trónspido y que está
comprobado que su público o prefiere otras opciones o, definitivamente, se
lanza a la calle y ya a las terrazas a tomar algo con amigos. Cuatro ha elegido
un mal día para este programa. Obviamente hay que darle un voto de confianza,
el programa de ayer era solo una presentación de los rudos granjeros que
quieren encontrar el amor. Aunque las alarmas ya se han encendido en Cuatro.
Sus dos últimos intentos en un género dónde se supone son líderes (Quiero ser monja y Granjero busca
esposa) no han funcionado como se esperaba. Como la decepción de Antena 3 con sus series esta temporada,
nadie es profeta en su género, con permiso de T5 y sus talents & realitys. Habrá que ver si el programa
consigue en los 5 programas que le quedan por delante, más la semifinal y la
semifinal -7 en total- subir el share, que es lo que cuenta.
Por otro lado, también
volvió Carlos Lozano. Defenestrado de la televisión en España ha intentado hacer ver que ha triunfado estos últimos años
en Perú, cuando allí no ha dejado de
ser un presentador incluso de segunda. El caso de Lozano demuestra cuán cruel
puede ser la televisión con los presentadores. Y si no que se lo digan a la
buena de Paula Vázquez. De golpe, la
tele un día se cierra para uno y a no ser que tenga un éxito entre manos que
funcione y funcione y funcione cada día (tipo La Ruleta, Corazón o Pasapalabra), puedes quedar fuera de la
terna de presentadores y para siempre. Carlos Lozano se moría por volver a
España y creyó, además con suerte, que GH VIP más que su tumba profesional
podría ser su revulsivo.
Carlos Lozano no presenta
mal. Se merece tener suerte. Y más viendo el regalo envenenado que le ha hecho Mediaset. Es curioso que con lo que el
grupo cuida a sus presentadores y presentadoras, no se tenga ese mismo decoro
con Lozano. Es imposible ver en plató un ex amante de Mercedes Milá, un ex novio reconcorso de Jorge Javier o al ex marido de Luján
hablando y cobrando. ¿Por qué con Carlos que ahora está en supuesta igualdad de
condiciones si se permite que vengan al Deluxe
de turno a hablar intimidades de él y de la inoportuna de Mónica Hoyos? ¿o esto entra también dentro del pack de comendarle
Granjero busca esposa? La tele es muy cruel.
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