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Los profesionales sanitarios del Departamento de Salut Xàtiva-Ontinyent adquieren habilidades para desarrollar una comunicación eficiente de una información comprometida
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REDACCIÓN - 15/06/2011
Todo fue un error
'Tengo una mala noticia'. Lo cantan Coti, Julieta Venegas y Paulina Rubio en 'Nada fue un error'. Sin duda, cantado es mucho más fácil que comunicado a un paciente o a los familiares de éste en un hospital. Comunicar malas noticias es, probablemente, una de las tareas más
difíciles que deben enfrentar los profesionales de la salud. En algún
momento todos los profesionales pueden verse enfrentados con el hecho
de tener que comunicar malas noticias y esto puede ser un motivo de
gran ansiedad. Los receptores de estás difícilmente olvidan dónde,
cuándo y cómo les fue comunicada una mala noticia. Por ello, desde el
comité de Bioética del Departamento de Salud Xàtiva - Ontinyent se han
impulsado la realización de un Taller Práctico de Comunicación de Malas
noticias dirigido a profesionales sanitarios para "disminuir el impacto
emocional en el paciente o los familiares en el momento de ser
informado, permitiéndoles así ir asimilando la nueva realidad poco a
poco y afianzando la relación sanitario-paciente", han explicado las
organizadoras de la jornada.
La jornada ha comenzado con la
exposición de una caso práctico, de mano de Dña. Dolores Perales,
enfermera del Hospital Lluís Alcanyís. A los profesionales
sanitarios no se les forma en el área de comunicación y ser poco
hábiles a la hora de comunicar una noticia negativa puede generar un
sufrimiento añadido innecesario en la persona la recibe y un deterioro
en la relación sanitario-paciente posterior. Por ello tras una breve
introducción sobre las actitudes de los profesionales sanitarios
impartida, por Mª Isabel Castelló López, matrona-Psicoterapéuta se ha
dado paso a la técnica del Rol-Playing, donde se ha escenificado una
situación cotidiana donde se le tiene que informar a un paciente sobre
un mal diagnóstico y cada perfil profesional ha asumido un papel
diferente al habitual; los facultativos han adquirido el rol de los
padres de la paciente, la enfermera ha sido la propia paciente y el rol
del médico ha sido desempeñado por la psicóloga, etc. "Lo importante
del roll-player es que los asistentes valoren las actitudes en su
conjunto y detecten los errores que frecuentemente se producen" ha
comentado Castelló. Hay que recordar que tras la recepción de una
mala noticia las reacciones más frecuentes son ansiedad, miedo,
tristeza, agresividad, negación y ambivalencia. "Todas las respuestas
pueden mezclarse en el tiempo y hemos de respetarlas y estar atentos
para poder ayudar adecuadamente. Una negativa persistente puede
significar que la persona no está preparada para el diagnóstico. Las
ambivalencias, escapadas de la realidad, también hay que respetarlas
porque necesitan salir de su realidad tan dolorosa".
Por su
parte Adela Escriche. Psicóloga. Unidad Psicooncología. Junta Asociada
Provincial de Valencia. AEEC ha explicado que aunque la noticia sea
negativa la información "disminuye la incertidumbre, el malestar
asociado y la sensación de soledad del paciente a su vez que facilita
la aceptación y la toma de decisiones (tanto diagnósticas como
terapéuticas) incrementando asimismo la confianza con la relación del
sanitario".
Escriche ha comentado que "a la hora de dar una
mala noticia hay que fomentar la escucha activa, tener en cuenta que el
momento y el espacio físico sean los adecuados y que es aconsejable que
el paciente esté acompañado y si está solo esperar a que lleguen
familiares y evitar últimas horas del día y la falta de tiempo".
Nela
García Reboll, Gerente del Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent ha
comentado que "nuestra excelencia no sólo se demuestra en la calidad
asistencial sino también en el trato humano con nuestros pacientes y en
cultivar la empatía en los momentos de salud delicados".