Y ese ha sido uno de los
principales problemas de esta edición. O mejor dicho uno más. La ausencia de
Mercedes Milá es una losa que pesa mucho, la primera gala fue un horror y un
error en mayúscula, no hubo la tradicional entrada de concursantes, el casting
fue tan horrible como olvidadizo, el 24 horas llegó tarde, las pruebas no han
suscitado el interés que se esperaban, el programa ha querido ser tan “original”
que la ha fastidiado y bien en el tipo de nominar, encima metieron a dos
famosos para revitalizar (en vano) los bajos índices de audiencia… y por si
esto fuera poco, lo que verdaderamente ocurre en Gran Hermano este año es que
no pasa nada.
La casa de Guadalix no ha
sorprendido. No ha habido nada que haya suscitado el interés de la audiencia
por reengancharse al reality y eso que en frente no tenía una gran competencia
como otros años. Los resúmenes tuvieron que pasar a Divinity y en el mismo
canal temático, ser reubicados también por sus bajos datos. Y el famoso debate
de los domingos confinado a la madrugada de este día sin la mitad de
colaboradores que en otras ediciones. Hasta las cifras de comentarios en el
Blog de El Gato Encerrado han caído estrepitosamente. Pero es que no pasa nada
en Guadalix de la Sierra.
Tan solo la mala leche de
Miriam ha servido para darle un poco de vidilla a la casa de nuevo. No sé si es
porque la realización de los videos este años es pésima -cosa que me
extrañaría, ¿para qué quieren cargarse ellos mismos su formato?- o es que no
hay donde rascar. La relación tediosa de
Carlota y José María ha sido un desaborío desde el principio. El coqueteo de
Miriam y Rubén no es suficiente como para hacer carpetas. Y para de contar. Tan
solo Hugo y Yang Yang, los merecedores finalistas de esta edición, han dado algo
de juego por las idas de olla de la concursante china, la única que encima ha
dado momentos histriónicos y divertidos. Porque este año no ha habido ni
grandes peleas, ni historias de amor o sexo que enganchen, ni humor a punta
pala… este año no ha pasado nada y los seguidores han desconectado del veterano
reality.
La prueba de fuego está en
la nueva edición de GH VIP que, probablemente, empezará tras la Navidad y dónde
se dice que los concursantes participarán en pareja. Una innecesaria vuelta de
tuerca que podría volver a dañar y de paso enterrar definitivamente el reality
más longevo y rentable de la historia de la televisión en España.
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