Mónica y Gema del Rey Jordà. ENCARNA TORT Art al Quadrat es la unión de las hermanas gemelas: Gema y Mònica
del Rey Jordà. Licenciadas en Bellas Artes y tituladas en el Máster
en Producción Artística por la Facultad de Bellas Artes San Carles
de València (UPV), estas dos vecinas de Sagunt pueden presumir de un
extenso palmarés. Su último proyecto ‘Jo Sóc – Homenatge a les
dones rapades’, mujeres que fueron represaliadas por el franquismo
por sus ideas políticas o por sus actitudes liberales, ha provocado
una gran reacción entre el público. La obra está expuesta en el
MuVIM hasta el 1 de abril.
¿Qué se siente cuándo se expone en el MuVIM y toda la
repercusión que está teniendo vuesto último trabajo?
Nos sentimos contentas y agradecidas al MuVIM y al Ayuntamiento de
Sagunt por confiar en nosotras para llevar a cabo este proyecto y a
Susana Blas por guiarnos en su comisariado. Sin duda toda una
oportunidad para tratar un tema que es necesario abordar. La
repercusión viene de la mano de esa necesidad colectiva de recuperar
la memoria de estas mujeres.
¿Qué mensaje queréis transmitir con el proyecto ‘Jo Sóc’?
‘Jo sóc’ trata de recuperar la memoria de unas mujeres que
fueron rapadas por ser libres, por tomar sus propias decisiones o por
otras causas ajenas a ellas, pero que el franquismo humilló para
adoctrinar al resto de la población. Ellas, que sufrieron unos
castigos cotidianos, ocultos, han sido olvidadas y sin embargo han
ido forjando la manera de ser de las posteriores generaciones de
mujeres, y que en nuestro presente, nos afecta.
¿Por qué habéis escogido este episodio del franquismo?
En nuestra casa siempre hemos tenido presente historias que
pasaron durante la guerra y la postguerra, entre ellas la de dos
mujeres compañeras de nuestra abuela, las cuales contaban que fueron
rapadas y paseadas en Sagunt. Realmente nos impresionó escuchar esa
historia y que hubiera pasado en nuestra ciudad y lo más extraño,
que nadie las hubiera recordado o pedido perdón por aquello.
En vuestra obra tiene mucha participación el público y en este
proyecto ¿cómo se involucró la gente y qué reacciones se vivieron
durante el acto?
El proyecto se basa en unos hechos del pasado pero lo vemos con
ojos del ahora, por ello siempre explicamos que no se trata de una
reconstrucción de los hechos, si no una revisión desde el presente.
En ese sentido es crucial la participación de la ciudadanía
dispuesta a sanar la memoria colectiva que se puede reescribir. Estas
mujeres, que en ese momento se vieron solas, han tenido el apoyo de
sus conciudadanos/as ahora. Lo que tuvo de especial la acción de
Sagunt, fue que el homenaje se hizo entre todos/as, más allá de que
nosotras nos rapáramos la cabeza. La ciudadanía donó mechones de
cabello para una obra que se puede ver en el museo y barrió el Camí
Reial de forma colectiva con plena conciencia de transformar esas
memorias. La gente se emocionó y a mitad de la acción ya nos daba
las gracias.
En cuanto a las críticas, se os ha acusado de remover una época
del pasado, ¿qué opináis sobre esto?
Estamos tratando temas muy dolorosos, es normal y respetamos todas
las reacciones. Con nuestro trabajo deseamos que las personas tengan
una herramienta para sanar sus heridas. A algunas personas les
servirá, otras preferirán dejar las cosas como están. Todo está
bien. Por nuestra parte hemos actuado siempre desde el respeto y
desde el consentimiento de los familiares que nos han permitido
contar sus historias. Pero también hay que decir que, como hijas de
esta herencia franquista de humillación hacia la mujer, estamos en
pleno derecho a hurgar para resolver las limitaciones del pasado que
nos afectan en las vivencias del ahora.
Tras la repercusión que está teniendo este trabajo ¿estáis
valorando algún otro proyecto de continuidad al respecto?
Pues sí. Digamos que este es solo la parte inicial del proyecto
porque cada vez que visitamos la exposición encontramos a alguien
con otra historia de una mujer que fue rapada, ya sea madre, tía,
abuela o conocida. Esa necesidad de contar y de sacar a la luz estas
historias nos mueve a que abramos más el campo de investigación, de
hecho ya han mostrado interés en otras partes de España para
recuperar estos nombres.
¿Qué importancia tiene la memoria histórica en vuestra obra
artística? ¿Y el papel de la mujer?
A
lo largo de nuestra trayectoria la memoria histórica siempre ha
estado ahí. Normalmente, hemos contado historias de nuestra propia
familia, que forjan nuestra manera de ser y de vivir. A partir de
este trabajo interior nos hemos abierto a recoger las memorias de los
demás, como reflejo del mismo contexto. En especial nos fijamos en
las historias de las mujeres, porque desde su cotidianidad han sido
seres valientes que han sacado adelante a sus familias y han
prosperado hasta llegar al hecho de, en nuestro caso, habernos podido
costear carreras universitarias, algo que en su momento, las mujeres
no podían optar.
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