Maxim Huerta es un flecha. Una bala. Es una
persona que hace, de su velocidad, un signo distintivo.
Posiblemente haya sido el ministro más fugaz de la historia
reciente y es que, quizás, fuera una de las elecciones de
Pedro Sánchez más discutidas para ser ministro de cultura y
deporte, un emparejamiento algo raro que se mantiene sin tener
mucho sentido.
Y fue, justamente esa cartera, la del deporte,
la que le empezó a zancadillear desde el principio gracias a
unos tweets que el propio ex ministro, escribió en contra del
deporte, llevado por esa superioridad moral que se autootorgan
algunos pijoprogres sobre el deporte ; porque la cultura es
contraria al deporte, o eso piensan.
Pero lo que le ha costado el puesto ha sido la
coherencia, no se puede llegar al Gobierno que viene a limpiar
con alguien que ha defraudado a Hacienda las cantidades que se
sentencian y desde luego, parece preocupante ese primer
impulso de justificarlo. El listón estaba muy alto Màxim y no
puedes pretender que contigo se haga una excepción, sobre todo
cuando, uno de quienes ha puesto ese listón, ha sido tu
partido. Ahora Ribo está en condición de investigado ¿se le
aplicará el listón?
No se sabe, lo único cierto es que el nivel de
desastre moral de muchos políticos, que han aprovechado la
estancia en el poder para favorecer a propios y cercanos, para
colocar a amigos y familia y para enriquecerse, ha sido
altísimo y transversal en toda ideologia y formación y de ahí
se deriva el nivel de exigencia a veces, tan exagerado.
La decencia y la honestidad son unas virtudes
que personalísimas y que nada tienen que ver con partidos o
ideologías sino con una formación en valores que está
perdida.
"Si yo tengo
en mi Ejecutiva Federal una persona con una sociedad
interpuesta para pagar la
mitad de los impuestos que le toca pagar. Esa persona al
día siguiente está
fuera". Açò deia Pedro Sánchez al 2015. I això ha passat
amb el Ministres,
ja ex, de Cultura Màxim Huerta, el breu o el mínim li
diuen.
Cristina Pardo escrivia
un tuit molt encertat "Qué tiempos aquellos en los que el
principal
problema con el nombramiento de Máxim era que no sabía de
deportes",
pareix com si la desil·lusió a Moncloa començava a
imperar... i això que no
feia ni 10 dies del nomenament dels Ministres.
Màxim Huerta
deixa el càrrec per un delicte de frau fiscal anterior a
la seua etapa en
política, com deia Pablo Haro "Maxim Huerta se marcó un
Monedero mientras
criticaba a Monedero", i és per això que ara, una volta
pagada la multa i
acceptada ha de deixar de ser ministre.
És un cas similar
a Cifuentes, un delicte del passat li fa dimitir. Però
tenim que ficar el
llistó en eixa altura? Qualsevol persona que ha comes un
delicte el qual no
implique inhabilitació de càrrec públic ja no pot entrar
en política? Mireu que
els delictes hi ha de molts i molt diversos.
Al menys Màxim
Huerta s’ha anat i no l’han tirat. Pot ser diga que és per
dignitat. Però està
clar que si no hagueren tret el vídeo de Sanchez de 2015,
possiblement no haguera
dimitit.
Que li vaja bé,
Màxim el Breu.