Pie de foto
Está claro que
Telecinco tiene a su favor el haber concentrado, casi en exclusiva, en un solo
canal a los seguidores del corazón y los reality shows. De no ser por esa
capacidad de atracción que tiene la cadena para los seguidores de estos
géneros, éstos estarían casi defenestrados de las grandes audiencias. ¿Y por
qué digo esto? la soporífera edición de este año de Supervivientes. En
resumidas cuentas, no hay por donde cogerla. Dicen que el peor reality con
famosos que ha habido en la historia de la cadena fue aquel Campamento de
verano presentado por Joaquín Prat. Para nada. El peor reality es
Supervivientes 2015. Aburrida, soporífero y totalmente prescindible,
ligeramente soportable la noche de los jueves gracias a las gracias, valga la
redundancia, de un crack como es Jorge Javier Vázquez.
Las islas este
año no dan para más. Apenas hay videos, concentrándose su mayoría en una
generosa Chabelita hablando sobre su vida privada cuando se acerca esa cámara
que nos quieren vender que va de incógnita. Arancha quería irse, Noel quiere
irse, ahora Carmen Lomana y Nacho Vidal quieren irse e incluso Chabelita quiere
irse también. Las caras de los concursantes son un poema. Por no hablar de
Christopher o Rafi Camino, la alegría de la huerta. Ironía modo ON activado. Lo
más justo para los espectadores y para los otros famosos / famosillos que se
habrían quedado de reserva sería dejar a Fortu y Suhaila en la isla y que hagan
ellos el reality, son los únicos capaces de dar buenos momentos y de transmitir
su pasión por seguir “superviviendo” –como dice la novia del Mister España
Rubén López desde el plató- en Honduras.
La cosa se
complica tanto en videos como en pruebas. El problema puede estar en un mal
casting, en la sosería de la mayoría de los concursantes (algo en lo que estoy
totalmente convencido), en la falta de un super personaje que destaque o que las pruebas no son nada emocionantes.
Los concursantes de esta edición no son nada atractivos para la audiencia. Sin
embargo, T5 tiene la ventaja de concentrar en su haber la confianza de ese % de
espectadores ávidos de reality que se tragan cualquier programa de estas
características que la cadena pone en emisión.
Y lo que faltaba, poner un Debate de un programa que no da para más.
Pero, repito, T5 ha fidelizado a un grupo de espectadores prácticamente en
exclusiva que, sumada a la confianza de una marca tan veterana como Supervivientes, le dan su “voto” sin
rechistar en la pelea por la audiencia.
Si T5 confiaba
en una chica como Chabelita como el auténtico bombazo de esta edición se
equivocaba. Ella aguanta y eso es meritorio. Su actitud en cuanto a
compañerismo es positiva pero ya está harta y se quiere ir. Si a eso le
añadimos su timidez intrínseca y ser poco dada a meterse en conflictos,
Chabelita es demasiado buena niña para lo que se esperaba de ella en cuanto al
famoso “dar juego” que quería T5. Y, para colmo, Abraham e Isabel Rábago están
fuera. Algo debe pasar en la isla para que esta edición levante el interés
porque ya si se va Nacho estaremos más cerca de ver un documental de La 2 que
un reality polémico made in T5, que es lo que su audiencia quiere ver. ¿Algún
antídoto para hacer saltar las chispas? Imaginamos que la cadena tendrá algún
as en la manga o ¿quién sabe? Aunque sea una edición aburrida y sosa la
audiencia acompaña y con aguantar un mes y medio más en antena con esos
registros y ayudar a ganar mayo y junio a la cadena, con eso les sobra.
Afortunadamente hay más cadenas que ver en televisión tanto los jueves como los
domingos.
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