Momentazo del año en el concierto de OT El Reencuentro - Foto: TVE1 España vuelve a tener el corazón en un puño 15 años después. Ni tan siquiera
la formación del nuevo gobierno tras más de 300 días de espera, ha podido
restarle importancia al tema de la semana, del mes y posiblemente del año. No hubo cobra. No hay
más que hablar. Y el tema nos interesa más que quienes van a ser ministros o
ministras, la cosa es así. No cambiará mucho nuestras vidas, se prevé. Y es
que, no hay medio de comunicación, ni corrillo de mercadillo donde no se hable
del tema. Incluso ha sido pieza del informativo de la televisión pública.
Normal, la supuesta cobra de Bisbal
a Chenoa ha sido y es (casi) tema de estado. De hecho creo que
la relación de David y Laura debería votarse por referéndum.
Que fuéramos los españoles los que votáramos si la pareja debe estar junta o
no. Seguro que ganaría el sí y al ser un referéndum debería acatarlo ambos. Nos
hemos vuelto locos una vez más. ¡Qué nos encanta una historia de amor!
Porque eso es lo que es y ya
no es la historia de David y Chenoa. No hubo cobra. Y es cruel que desde
diferentes medios y sobre todo desde las redes sociales, se ataque a la
cantante con esto. Machismo puro y duro. Hubo una historia preciosa hace años. Una
historia de caracteres incompatibles (una mujer con ovarios y ¡qué ovarios!),
un joven que vivía deslumbrando por una vida repleta de éxitos y que
conquistaba también el mercado americano (y a ellas) y una ruptura
retransmitida por televisión; él mediante una rueda de prensa y ella en chándal
gris y sin maquillar en el portal del que anteriormente fue su nidito de amor.
Aquel día, España se hizo chenoista al 100%. Igual que simpatizamos con las
víctimas de los realities, en esta historia Chenoa era la víctima. Su chico, el
galán de moda, el nuevo rey de las listas de éxitos, el triunfador… la dejaba
para volar solo, en todos los sentidos. A ella, el amor le duró más. Dicen
algunos que hasta hoy en día y de ahí la cobra. No lo creo.
El famoso vídeo, repetido
hasta la saciedad incluso comentado por A3
y T5 como cuando hace 15 años éstas
también comentaban las galas del programa de La Uno debido al brutal fenómeno social que fue OT, lo demuestra. Chenoa simplemente
fue a darle un beso y Bisbal se apartó involuntariamente. No hubo
sincronización. Bisbal no se lo esperaba. No sería tan bobo como para hacer ese
gesto tan feo cuando España entera estaba pendiente de esta actuación. El morbo
estaba sobre la mesa. Bisbal no podía pecar de quedar como “el malo” de nuevo.
Años atrás su romance con Elena Tablada
hizo más buena aún a Chenoa. Tablada nunca simpatizó con el espectador ni con
sus propios fans. Convirtiendo a Chenoa en nuestra Jennifer Aniston patria. En la “dejada de España”. Tenemos a Rosa de España y a la “dejada de España”,
pero esto es triste, aunque no es ninguna mentira.
El que Chenoa haya tenido
varios romances como el actor Álex
González y el músico David de María,
entre otros, y que no haya llegado a pasar por el altar con ninguno hace pensar
a los más románticos que 15 años después la mallorquina sigue enamorada de Bisbal.
En el concierto, se les notó a ambos con una gran química pero nada más. El
recuerdo y el respeto de dos ex que saben llevarse bien y recordar el pasado
con nostalgia y aprecio. Pero ahí ya no hay amor, aunque España quiere que sí,
que vuelvan. Una especie de cerrar el círculo de la historia de Operación
Triunfo. Pero no pasará. No fue el mejor concierto de Chenoa, estaba nerviosa.
Ambos sabían que había gran expectación mediática ante tal evento pero Bisbal
tiene muchas más tablas y grandes conciertos que Chenoa a sus espaldas y supo
controlarlo mejor. Chenoa no. Chenoa estaba pequeñita al lado de Bisbal. Poco
vimos de esa Chenoa que se come el mundo, con carácter, con chulería también.
Se le veía una Chenoa sensible, nerviosa, cabizbaja… pero no era amor, era
seguro nervios y una atención mediática que le superaba.
Dicen que Bisbal será
siempre el amor de su vida. No lo creo. Sí una historia importante pero quizás
eso es lo que la audiencia y España desearía. Pero las realidades son otras y
ambos han pasado página, aunque Bisbal incluso el libro entero. No hay amor. No
hubo cobra. Solo hay una de las historias más bonitas vividas en la historia de
la televisión en España. Y que eso termine, nos duele a todos.
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