La Confederación Hidrográfica del Júcar estudia la canalización del Barranco de Mandor para acabar con la insalubridad de la zona

Un momento de la visita al barranco de Mandor.//EPDA

El alcalde de Riba-roja, Robert Raga y la concejal de Urbanismo, Teresa Pozuelo han visitado esta mañana junto con el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Pedro Marco, el barranco de Mandor, ubicado entre las urbanizaciones de Santa Rosa y el Clot de Navarrete, con objeto de mostrarle las obras de encauzamiento que el Ayuntamiento lleva solicitado a la Confederación durante años.

El consistorio ha trasladado en numerosas ocasiones a la Confederación Hidrográfica del Júcar el estado de insalubridad que soportan los vecinos de esta zona residencial, por la que circulan las aguas de manera encajonada, puesto que la obra de canalización se realizó únicamente hasta el término de la Eliana.

En febrero de 2016, el Ayuntamiento remitió a la Confederación una analítica con el estado de las aguas en la que se justificaban los niveles de fósforo allí encontrados, incluso por encima de los valores autorizados que, según los informes técnicos, provocaban altos grados de eutrofización del ecosistema, hecho que ayuda en la proliferación de plagas, como el mosquito tigre en las urbanizaciones que lindan con esta zona.

El alcalde ha reclamado de nuevo la necesidad de acometer estas obras que consistirían en el encauzamiento de las aguas hasta el cruce con la Carretera de Riba-roja a San Antonio de Benagéber, concretamente los 200 metros que distan del término de la Eliana hasta este punto. ‘Es una obra necesaria para los más de 2.000 vecinos de la zona norte, que tendrían conexión directa con la estación de metro, además nos permitiría desarrollar nuestro Plan de Movilidad, a través de una conexión con carril bici que atravesaría de norte a sur nuestro municipio’, asegura Robert Raga.

Una vez realizadas las obras de encauzamiento y el aporte de tierra necesario para que sea transitable el barranco, el Ayuntamiento procedería a la conexión desde la calle Logroño hasta el apeadero del metro del Clot, a través de varios accesos, así como al ajardinamiento del barranco que se acometería en varias fases.