Isabel Bonig ya es presidenta regional del Partido Popular valenciano después de un periodo de interinidad tras 'heredar' la dirección en sustitución del fallido Alberto Fabra. Con más del 97% de los votos, tras hacer el ridículo su contrincante, José Luis Bayo, su aplastante victoria ha tenido un efecto inmediato: además de Vicente Betoret, quien dio el paso como precandidato a la reelección en la presidencia provincial, se da como muy probable que haga lo propio la actual portavoz en la Diputación de Valencia y ex alcaldesa de La Pobla de Vallbona, Mari Carmen Contelles. Pero la 'cremà' de los populares se adelanta también porque otra de las grandes incógnitas está en la ciudad de Valencia, donde la dirección regional apuesta por el presidente de la gestora, Luis Santamaría, pero el diputado nacional, proveniente de Unión Valenciana, José María Chiquillo, ya ha anunciado en círculos periodísticos que estaría encantado en ser el candidato.
Cuando muchos creían que el PP iba a proceder a una renovación tranquila en la Comunitat Valenciana, tras el fiasco de Fabra y la caída en desgracia de Alfonso Rus -ex presidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia-, los movimientos internos se aceleran y hacen prever todo lo contrario. Si Vicente Betoret, actual presidente provincial, anunciaba hace unas semanas por sorpresa -y sin el empuje de la dirección regional del partido- que se presentaría a la reelección, tras la victoria aplastante de Bonig, se da por hecho que Mari Carmen Contelles será la contrincante de Betoret. En caso de confirmarse las candidaturas de los dos ex alcaldes de la comarca del Camp de Túria, antiguamente próximos a Rus, podría darse una batalla por la dirección provincial, que ahora tiene más posibilidades de ganar Contelles. Betoret, según fuentes del partido, ha desperdiciado muchos meses de trabajo orgánico, ''cuando se apuntaba en algunos medios que el siguiente en caer podría ser él, al haber estado muy próximo a Rus''. Sin embargo, el hecho de que finalmente parece que las acusaciones del 'yonkie del dinero', Marcos Benavent, se han quedado más en insinuaciones sin fundamento, han animado a Betoret a dar el paso. Lo ha hecho, según las mismas fuentes, ''por su cuenta y riesgo y pese a que no cuenta con la simpatía de la nueva dirección'', lo que parece haber molestado a Bonig. Por eso, el núcleo duro y más próximo a Bonig ha tomado la decisión de apoyar a la candidata inicial, Contelles.
Más allá de la posible 'cremà' adelantada de Betoret, la otra gran batalla se espera en la ciudad de Valencia, un granero de votos fundamental para que el PP recupere la Diputación de Valencia y la Generalitat Valenciana. El partido apuesta por Luis Santamaría, presidente de la Gestora, pero una parte del PP considera que tiene poco carisma para disputar la alcaldía y sumar un plus a la marca del PP. De ahí, que haya otras personas que se postulan, a la espera de ver qué hace el sector silencioso pero siempre activo de Juan Cotino. El que en círculos periodísticos ya va haciendo campaña es el diputado José María Chiquillo. El ex senador y ex dirigente de Unión Valenciana sueña con ser el próximo alcalde de Valencia, por lo que podría presentarse en contra del criterio de Bonig y la dirección regional del PP. De hecho, lleva semanas haciendo campaña aprovechando que Valencia está en el mapa de la ruta de la seda, participando en numerosos medios de comunicación y trasladando el mensaje del estilo de ''soy más conocido que Santamaría''