Una de las pasarelas en la Avda del Cid de Valencia La Junta de Gobierno Local aprobó el pasado mes de abril de 2017 el Proyecto Básico y de Ejecución de las obras de desmontaje de pasarelas peatonales, mejora de la accesibilidad y semaforización en la avenida del Cid. El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Vicent Sarrià, señaló entonces que las cinco pasarelas, ubicadas en las calles Hermanos Rivas, Burgos, José Maestre-Rincón de Ademuz, Casa de Misericordia-San Miguel de Soternes y Marconi, serían sustituidas por pasos de peatones a nivel.
La actuación, que tiene un plazo de ejecución previsto de seis meses, finalmente saldrá por debajo de previsto, ya que la licitación salió con un precio base de 574.150,72 euros y, finalmente, será de 402.766,74 euros, siendo financiados en un 67,4% por el Servicio Municipal de Mantenimiento de Infraestructuras y en un 32,53 % restante por el Servicio de Movilidad Sostenible.
Hoy mismo, viernes 6 de octubre de 2017, la Junta de Gobierno Local aprobará la adjudicación del contrato a Pavasal, quien ha resultado adjudicataria de un contrato que asciende a 402.766 euros tras ganar el concurso público entre las diez empresas que se presentaron.
El proyecto, que se enmarcaba en el objetivo del Govern de la Nau,era una de las promesas electorales del PSPV-PSOE, quienes en todo momento han afirmado que con ello se conseguiría convertir Valencia en una ciudad“más amable con sus ciudadanos y ciudadanas”. Se partía, además, de que la degradación de las cinco estructuras recomendaba el desmantelamiento, buscando un plan alternativo que mejorase la accesibilidad y la semaforización en la avenida del Cid, pacificando este acceso a la ciudad de Valencia.
Sin embargo, desde la asociación de vecinos de Nou Moles y del barrio de La Esperanza-Virgen de los Desamparados, principales afectados por la retirada de las pasarelas, han criticado en todo momento que no se ha contado con ellos, donde no ven ninguna ventaja a la retirada para ellos, a la par que pedían la colocación de unas nuevas pasarelas si estas estaban degradadas. A lo largo de los meses, además, se han visto comentarios, manifestaciones a la prensa y han tenido reuniones vecinales en las que se ha expresado que puede ser que los atascos se multipliquen, y con ello la contaminación, estando preocupados también por los posibles atropellos a falta de ver cómo será la semaforización de la zona.
El pasado mes de abril de 2017, el concejal Sarrià manifestó que las pasarelas suponían una“barrera física”que“dificultaba la movilidad de las personas con movilidad reducida”e“impedía la conexión entre los barrios de la Olivereta”.Las obras, que incluyen las actuaciones de urbanización para garantizar la seguridad de los peatones con nuevos pasos, formarán parte de la reordenación semafórica que llevará a cabo la Delegación de Movilidad, que dirige Giuseppe Grezzi.
Tal y como podemos observar en el quinto punto de los siguientes documentos de abril, contando que finalmente serán 402.766,74 repartidos en tres dotaciones presupuestarias y no lo presupuestado anteriormente, de ese total serán poco más de 130.000 euros para la instalación de semáforos y mejora de accesibilidad, asumidos por el Servicio de Movilidad Sostenible, y unos 271.000 euros para el desmontaje de las pasarelas, a cargo del Servicio Municipal de Mantenimiento de Infraestructuras.
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