David de Miguel.
Confieso que tengo miedo por
la situación política que estamos viviendo en nuestro país. Pero no se llamen a engaño, no tengo miedo de que
España se rompa como muchos temen, para eso vivimos en un estado de derecho y
tanto la ley como los tribunales se encargarán de poner fin a este estado de
psicosis colectiva que estamos viviendo.
Tampoco tengo miedo de que en
nuestra Comunitat Valenciana podamos sufrir un procés independentista, como desde los partidos que se sientan a la
derecha del arco parlamentario de Les Corts intentan hacernos creer con su
matraca diaria. Esto no es Catalunya, por mucho que le pese a Bonig y sus
acólitos ciudadanos.
Lo que me produce miedo,
verdadero pánico, es como los de siempre están utilizando la crisis institucional
que se está viviendo en las últimas semanas para avanzar en su afán
recentralizador.
Me da miedo como los que
mientras gobernaban se dedicaban a repartir carnets de valencianía, ahora que
han pasado a la oposición intentan deshacer lo que durante 40 años hemos
conseguido los valencianos y valencianas. El autogobierno les molesta. La
defensa de una mejor financiación para nuestra comunidad les molesta. Que los
valencianos y valencianas tengamos las mismas oportunidades que el resto de
españoles, sí, parece que les molesta.
Me da miedo que haya
representantes del pueblo valenciano, elegidos para defender los intereses y la
igualdad de estos españoles que somos los valencianos, que se sientan tan cómodos
ante la ola recentralizadora del Gobierno de Mariano Rajoy, que aplaudan los
recursos a leyes emanadas de las Cortes Valencianas. Que les preocupe tanto la
unidad de España como para plantarse detrás de una pancarta en Barcelona, pero
después renieguen de la reivindicación en la calle de una mejor financiación
para nuestra Comunitat.
Vivimos un momento en el que
hay que replantearse el modelo territorial que queremos para nuestro país. El
modelo autonómico ha funcionado durante casi cuarenta años, pero está agotado.
Por eso es inexplicable (o no) que cuando el sentido común nos dice que hay que
dar un paso más hacia un modelo federal, los de siempre quieran llevarnos hacia
atrás.
Como decía al principio, ver
como se están desarrollando los hechos, las declaraciones de algunos y algunas,
y el intento de acabar con el autogobierno (constitucional por cierto, que
algunos lo olvidan) que subyace en la actitud de algunos partidos, me produce
miedo. Aunque siendo sincero, lo que de verdad me produce es vergüenza.
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