Noviembre
es el mes contra la Violencia de Género, celebrándose el próximo
día 25 el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer.
En
este contexto y fruto de su compromiso con la inclusión laboral de
todas ellas, la Fundación Adecco ha elaborado el V Informe Violencia
de Género y Empleo, basado en una encuesta a 500
mujeres víctimas que han acudido a sus oficinas durante
el último año. Además, se han analizado los datos de denuncias por
violencia de género ofrecidos por el Consejo General del Poder
Judicial.
Frenos
para denunciar: desempleo y miedo a represalias
En
muchas ocasiones, la ausencia de información, la situación de
vulnerabilidad económica y social de las víctimas y la merma de
autoestima que sufren, consecuencia de la violencia sufrida, provocan
que las mujeres que padecen esta lacra no estén dando el paso de
denunciar.
Así,
el 82% de las encuestadas admite que
le costó mucho reconocer su condición de víctima
y que, durante mucho tiempo, buscó pretextos para no romper su
silencio.
La
presente encuesta ha querido profundizar en los motivos que frenan a
una mujer víctima a denunciar, obteniéndose los siguientes
resultados: 7 de cada 10 destaca el
desempleo o la situación de precariedad como razones de peso:
al no tener ingresos propios y depender económicamente del agresor,
temen verse solas, sin recursos e, incluso, perder a sus hijos.
El
mismo porcentaje (70%) subraya el miedo
a las represalias, temiendo que la
denuncia desencadene consecuencias más graves en la violencia
sufrida, tanto sobre ellas, como sobre sus hijos.
Por
detrás, un 61% admite que no denuncia por vergüenza
a “reconocer” las graves situaciones que ha tolerado, seguidas de
un 50% que declara no querer perjudicar al agresor (prisión, pérdida
de estatus social y familiar, etc). En otras palabras, la mitad de
las mujeres no denuncia por un sentimiento
de culpabilidad.
Además,
y como se aprecia en el siguiente gráfico, existen otras razones que
llevan a las víctimas a la inacción: inseguridad
jurídica (desconfianza en el
sistema, 46%), la esperanza de que su
pareja cambie (38%) o la voluntad de
“aguantar” para que sus hijos
tengan una familia (25%).
Recuperación
económica = récord denuncias
El
estallido de la crisis no sólo afectó de lleno a la economía y al
empleo, sino que tuvo efectos colaterales en el ámbito social,
concretamente en el plano de la violencia de género. De este modo,
y ante un mercado laboral cada vez más deteriorado, no fueron pocas
las mujeres que alargaron la situación de violencia, por miedo a no
encontrar empleo y no poder salir adelante por sí mismas, temiendo
además que su cónyuge perdiera su trabajo y sus hijos se vieran sin
recursos.
En
este sentido, entre 2010 y 2014 se registró un importante descenso
en el número de denuncias por violencia de género, hasta que en
2015 se rompió esta tendencia para comenzar a crecer.
En
efecto, el pasado 2016 terminó con la cifra
récord de denuncias por violencia de género
en la Comunidad Valenciana
(19.431) y este 2017 va por el mismo camino. Así, en los 2 primeros
trimestres del año se han contabilizado 11.228 denuncias, un
20% más que en el mismo periodo que
el año anterior, cuando se registraron 9.371.
Según
Francisco Mesonero: “la
reactivación económica podría estar detrás de este incremento, al
potenciar la confianza de las mujeres, que encuentran más
posibilidades de encontrar un empleo y ser autónomas e
independientes. Precisamente
ahora que, cada vez más mujeres se están atreviendo a romper su
silencio y a denunciar, es vital garantizar que no retrocedan en su
decisión y rompan el vínculo con el agresor, siendo el empleo la
mejor herramienta para hacerlo”.
En
la Comunidad Valenciana las denuncias crecen por encima de la media
(18%)
El
crecimiento de denuncias por violencia de género a nivel nacional ha
sido del 18%. Por tanto, en la Comunidad Valenciana se ha registrado
un incremento mayor (20%).
Por
Comunidades, los mayores aumentos de denuncias se han registrado en
Navarra (44%), Aragón (33%),
Cantabria y Madrid (25%). En el otro
lado, Canarias es
la única región en la que las denuncias han descendido (-11%).
El
empleo, la mejor arma contra la violencia
Como
hemos analizado, el desempleo se
posiciona como una de las 2 principales razones por las que una
víctima decide no romper su silencio. No en vano, un 75% de las
mujeres no tenía empleo o trabajaba en condiciones de precariedad
(fundamentalmente en la economía sumergida) en el momento de sufrir
la violencia.
La
Fundación Adecco suscribe esta realidad, identificando las
siguientes razones que sitúan al empleo como mejor herramienta para
superar la situación de violencia de género:
Porque
proporciona a las mujeres autonomía
e independencia
económica, ayudándoles a romper
el vínculo con su pareja.
Porque
incrementa su confianza en sí
mismas, al sentirse parte
productiva de la sociedad, mejorando
su autoestima
y fortaleza para poner fin a la situación.
Porque
amplía su círculo social,
permitiéndoles conocer nuevas personas, así como fortalecer su red
de apoyos.
Porque
posibilita desconectar del ámbito
familiar y descubrir nuevas
motivaciones.
Porque
se convierte en el mejor mecanismo
preventivo para evitar que la
situación de violencia se vuelva a producir en el futuro
Según
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “No
significa que el trabajo sea una barrera infranqueable contra la
violencia de género, pero sí observamos que se convierte en el
mejor escudo protector, al eliminar el factor dependencia económica,
que muchas veces es el causante de que las situaciones de violencia
se prolonguen en el tiempo”.
En
efecto, la mayoría de las encuestadas que encontraron un empleo tras
denunciar su situación (83%) asegura
que éste ha sido clave en su proceso de recuperación personal,
permitiéndole normalizar, dignificar y reconducir su vida.
Guía
Un empleo contra la violencia
Este
mes, la Fundación Adecco presentará la Guía Un
Empleo contra la violencia, un
trabajo cuyo propósito es acompañar a la mujer víctima en todo el
proceso: desde la identificación de la situación de violencia,
hasta la interposición de la denuncia y la búsqueda de un empleo
que les ayude a recuperar las riendas de su vida.
Según
Francisco Mesonero:
“La
Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre de Medidas de Protección
contra la Violencia de Género, ha sido un excelente punto de partida
que, sin embargo, deja flecos sueltos a una grave realidad frente a
la que no podemos mirar para otro lado. En este sentido, desde la
Fundación Adecco asumimos el compromiso de acompañar a las mujeres
que acuden a nosotros en un camino cuyo destino es mucho más que el
empleo, es la dignificación de sus vidas, la oportunidad de volver a
ser libres y de sentirse realizadas. Lanzaremos esta Guía con el
propósito de que se convierta en la linterna que ilumine a muchas
mujeres en este proceso”.
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