Riba-roja prohíbe la apertura de nuevas gasolineras, funerarias y discotecas en el casco urbano y aleja los sex-shop de los colegios El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria prohibirá la
instalación de nuevas gasolineras, funerarias y discotecas en el casco urbano y
áreas residenciales del municipio al tiempo que la apertura de centros de
juegos -especialmente, bingos- y las tiendas eróticas conocidas como
"sex-shop" tendrán que guardar una distancia mínima de 200 metros
respecto de colegios o centros educativos.
La nueva
ordenación territorial de usos ha sido aprobada por el pleno municipal de
Riba-roja tras una propuesta diseñada por el gobierno local -formado por el
PSPV, Compromís y Esquerra Unida- que ha contado con el respaldo del resto de
formaciones de la oposición: el Partido Popular, Riba-roja Pot y Ciudadanos. La
modificación urbanística entrará en vigor después de permanecer en suspensión
la concesión de licencias de este tipo de establecimientos decretada en
diciembre de 2015.
El
informe técnico justifica la necesidad de acometer esta reforma "ante la falta de concreción y la
generación en la práctica de conflictos en algunos usos que inciden
negativamente en su entorno residencial por razones medioambientales, sociales,
culturales y de movilidad" ya que el actual plan general de ordenación
urbana (PGOU) de Riba-roja de Túria se remonta a octubre de 1996.
El
documento aprobado argumenta que con la entrada en vigor de la nueva
modificación urbanística "no se
espera ningún efecto negativo sobre el medio ambiente ni sobre el cambio
climático, compatibilizando el uso comercial y de servicios con el uso residencial
siempre que entre ambos no se generen conflictos". Además, destaca los
"efectos positivos" sobre el
medio ambiente y los elementos estratégicos "puesto que se mejora la
regulación de los usos con una ordenación correcta". De esta forma, se
evitan posible conflictos y problemas vecinales futuros.
El
Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha reservado una zona para la instalación de
estas actividades en una ubicación al este del casco urbano, junto a la avenida
de Valencia en cuya delimitación existen ya áreas industriales como las de
Entrevies, Peyland, Veïnat y Cementeri. El resto de zonas se prohíben por
razones de seguridad, de limitación del tráfico, sociales y de protección
frente al ruido que generan.
Los
estudios elaborados por los servicios municipales certifican que las medidas
adoptadas "no supondrá una
disminución de la implantación de nuevas actividades o instalaciones, sino su
direccionamiento hacia emplazamientos más idóneos, por lo tanto no significará
una merma en los ingresos en concepto de impuestos de actividades, obras y
bienes inmuebles en Riba-roja". Además, no alterará la presencia de
suelo destinados a usos productivos en el mercado.
El nuevo
planeamiento marca condiciones para los centros de juego y tiendas eróticas que
se podrán implantar en zonas residenciales siempre y cuando guarden una
distancia mínima de 200 metros respecto de cualquier centro educativo de
primaria y secundaria, público o privado. También deberán guardar esta
distancia respecto de zonas verdes como el parque Maldonado, parque de la Casa
Cultura y conservatorio de danza y música, pabellón de deportes, polideportivo,
campo de fútbol y la piscina cubierta.
La
normativa que entra ahora en vigor clarifica la ordenanza que regula la
disposición de áreas de aparcamiento destinadas a uso comercial, recreativo y
hostelero, de tal forma que aquellos establecimientos cuya extensión sea menor
de 250 metros cuadrados no estarán obligados a poseer una zona de aparcamiento
en las áreas residenciales así como en aquellas ubicaciones calificadas como
zona industrial compatible, con el objetivo de "eliminar trabas innecesarias al desarrollo de actividades".
Sólo estarán obligados en aquellos establecimientos de más de 250 metros.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha
subrayado que estas variaciones en el plan general
"eran necesarias para adaptar los usos urbanísticos a la realidad
actual ya que este planeamiento se realizó hace más de 20 años y, por ello,
debíamos modificarlo para evitar posibles conflictos y problemas de tal forma
que se puedan combinar con absoluta armonía las actividades económicas con el
descanso y la tranquilidad de los vecinos".
Comparte la noticia