Público entregado. FOTO RUBIO
César Bona. FOTO RUBIO “Es importante que escuchemos a nuestros alumnos, porque es
complicado formar a quien no conocemos, y la escuela debe ser el lugar en el
que se dé voz a los niños para convertirlos en sujetos activos del cambio”.
Esta es sólo una de las reflexiones que
César Bona, considerado como uno
de los mejores profesores de España, ha compartido hoy en Valencia con los 350
docentes y pedagogos que han participado en la
2ª Jornada Pedagógica RUBIO.
Un encuentro en el que se han
analizado, de primera mano, modelos y corrientes educativas innovadoras como
las que respalda el propio César Bona, que atesora más de 16 años dedicado de
lleno a la docencia, por los que fue reconocido en 2015 por el Global
Teacher Prize como uno de los 50 mejores educadores del mundo.
Durante su participación en este foro,
impulsado por la editorial de los cuadernos didácticos RUBIO, Bona ha explicado
que cada niño tiene unas necesidades y hay que respetarlas, sin saturarles.
“Tenemos que mantenerles las ganas de volver al día siguiente a la escuela, hay
que dejarles con hambre de aprender”, sostiene el mediático maestro. Por este
motivo, aunque no demoniza los deberes, considera que “hay que evitar que los
niños estén horas trabajando en casa, haciendo deberes que luego los maestros
no pueden ni corregir por falta de tiempo material”.
En este sentido, ha añadido el
propio César Bona, “en España somos muy de blanco y negro, y es importante
encontrar una zona intermedia. La escuela no puede convertirse en el centro del
universo del niño, que tienen que disfrutar de su familia, y la familia de
ellos”.
Además, a colación de los
resultados del último informe PISA, César Bona ha señalado que, aunque no se
puede generalizar, la baja capacidad de desarrollar trabajos colaborativos
entre los alumnos españoles tiene un claro motivo: “es difícil que los maestros
podamos enseñar algo que no hemos aprendido, porque nadie nos ha enseñado” y ha
destacado que “hay miles de maestros llenos de ilusión, pasión y muy preparados”,
y que, en su opinión, “hay que tratar de contagiar en positivo a todos aquellos
compañeros que perdieron la ilusión por el camino”.
La solución, según Bona, pasa por
brindar más apoyo a los maestros y reforzarles, tanto los que están estudiando
como los que están en activo, con nuevos conocimientos sobre temas tan
importantes como el trabajo colaborativo, el aprendizaje por proyectos o la
gestión de las emociones “porque sólo puedes exigir lo que puedes dar. Y para
exigir ilusión o comprensión tienes que dar ejemplo, lo otro no es coherente”.
Eso sí, asegura que la sociedad tiene que “valorar más la labor de los
docentes”.
Aprender transformando
Por su parte Juan de Vicente,
reconocido en 2016 como el profesor más innovador de España, ha mostrado el
trabajo que están desarrollando en el IES Miguel Catalán de Coslada, donde hace
tiempo apostaron por abrazar modelos pedagógicos diferentes a los establecidos,
como el modelo de justicia restaurativa o el de aprendizaje servicio, que ha
permitido conectar de manera real la escuela con la sociedad, con la vida.
De Vicente, que ha coincidido con
Bona en la importancia de aupar y escuchar al alumnado, ha reflexionado sobre
varios puntos importantes para apostar por nuevos modelos de escuela, como el liderazgo
directivo, pedagógico y compartido, en el que los estudiantes son el eje central:
“nos interesa muchísimo el liderazgo del alumnado. La clave de la transformación
de la escuela está en el grado de participación del alumnado”.
Al mismo tiempo, ha destacado que
hay que lograr que los proyectos sean sostenibles y que para lograrlo es básico
lograr generar redes estables de colaboración.
Escuelas del futuro, Col.legi Montserrat
y Escola Sadako
Pero los asistentes a esta 2ª
Jornada Pedagógica RUBIO también han podido escuchar las voces de dos colegios
que han acometido una profunda renovación educativa y que se han convertido en
dos ejemplos de la fuerza de la innovación pedagógica en las aulas, como son el
Col.legi Montserrat y la Escola Sadako.
Desde el Col.legi Montserrat, la
Madre Marta Molinas ha explicado el modelo transformador que han adoptado en su
escuela, basado en la aplicación de la teoría de las Inteligencias Múltiples en
todos los ámbitos de la enseñanza.
Por su parte, Jordi Mussons,
director de Escola Sadako y uno de los impulsores de la Escola Nova 21, ha
ahondado en el modelo en el que están trabajando y que está sirviendo de
inspiración para multitud de colegios y docentes de toda España, como ha
respaldado el propio César Bona durante su intervención.
Una escuela activa, laica, inclusiva,
participativa, innovadora y con un proyecto global, que busca despertar en sus
alumnos el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la
curiosidad, así como el sentimiento de compromiso con la ciudadanía.
Y es que en Sadako encontramos ya
aplicadas muchas de las tendencias educativas que han hecho de Finlandia un
referente, como la generación de espacios para los alumnos pensados para relajarse,
el aprendizaje basado en la experiencia (learning by doing) o la
aplicación del each one-teach one entre alumnos, porque “a los niños les
interesa más el aprendizaje entre iguales, entre ellos, que el que podamos
darle nosotros”, ha apuntado Mussons.
Para Enrique Rubio, director
general de la afamada editorial de cuadernos didácticos RUBIO e impulsor de esta jornada
pegagógica, “está jornada es el mejor ejemplo de nuestro trabajo. Estamos
satisfechos con la acogida de este segundo encuentro, porque somos una
editorial con una clara vocación innovadora que buscamos nuevas maneras de
hacer, nuevas maneras de enseñar a los alumnos para lograr que aprendan más y
mejor, pero siendo felices.”
RUBIO nace hace más de 60
años de la mano de Ramón Rubio, creador del Método RUBIO, y es la editora de
los afamados cuadernos didácticos basados en potenciar la plasticidad del
cerebro, a través del desarrollo de las competencias básicas, como la escritura
y el cálculo. Desde su fundación, RUBIO ha vendido más de 300 millones de
ejemplares de cuadernos, que han acompañado a seis generaciones de españoles.
La firma vuelca gran parte de sus esfuerzos en la Fundación Cuadernos RUBIO, una
entidad sin ánimo de lucro de carácter educativo, cultural y solidario.
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