Jorge Rodríguez y Pablo Seguí. epda
La Diputació de València ha encargado la
redacción de un estudio preliminar sobre la carretera que conecta València con
Moncada por un importe de 56.200 euros. Este trabajo, solicitado a través del
área de Carreteras que dirige Pablo Seguí, supone la apertura de una vía
definitiva para renovar de manera integral la CV-315 y encontrar la solución a
los problemas de colapso de tráfico y seguridad vial que afectan a la carretera
desde hace años.
Esta decisión va en la línea de lo que el
presidente de la Diputació, Jorge Rodríguez, viene destacando desde el inicio
de la legislatura: “Hemos fijado la seguridad como prioridad en el área de
Carreteras y apostamos por mantener en las mejores condiciones posibles las
vías ya existentes, actuando en aquellas en las que hay puntos de conflicto con
una elevada accidentabilidad”.
Este cambio de paradigma se manifiesta en
todas las actuaciones que se están llevando a cabo en materia de carreteras
desde la corporación provincial, como es el caso de la variante norte de Bétera,
anunciada recientemente, y el de esta nueva actuación en la CV-315 en Moncada, así
como en el resto de obras en carreteras de la red provincial, que tienen en
común el refuerzo de la seguridad.
Esta nueva era favorece actuaciones que buscan
soluciones en puntos de conflicto de tráfico y falta de seguridad, como es el caso
de la CV-315 que une València con Náquera pasando por Moncada, y que es de
titularidad provincial. Una vía que atraviesa distintas zonas agrícolas,
urbanas, residenciales e industriales y que conecta, entre otros, los núcleos
urbanos de València, Poble Nou, Borbotó, Carpesa, Benifaraig, Moncada y Alfara
del Patriarca. En el tramo de València a Moncada, de unos 5 kilómetros, cobra
especial relevancia su paso por la huerta y la conexión con pedanías y pueblos que
implican numerosos accesos directos sin ningún tipo de ordenación e
intersecciones que generan situaciones de peligro y molestias continuas a los
usuarios.
Es por esto que ya en verano de 2011 se
redactó un estudio sobre el eje València-Náquera que no dio frutos y fue
desechado por ser inviable a corto plazo. Sin embargo, el problema no terminó, y
la CV-315 sigue requiriendo actuaciones que mejoren la seguridad vial y la funcionalidad
de la misma, adecentándola y asegurando unas condiciones mínimas tanto para el
transporte público como para un uso digno por parte de peatones y ciclistas.
Por otro lado, la elevada intensidad de
tráfico en esta carretera, con el paso de 15.000 vehículos al día, y una
siniestralidad a tener en cuenta, serán sin duda dos de los aspectos determinantes
para actuar en la vía, junto al trato especialmente respetuoso con la huerta y unas
exigencias de diseño que potencien la movilidad en transporte público (con la posible
creación de paradas de autobuses), peatonal y ciclista, integrando así a todos
los usuarios.
Además, se realizará el correspondiente estudio
de impacto ambiental, en consonancia con una indispensable coordinación
interadministrativa, para lograr una actuación consensuada y viable, y lograr
así un eje integrador en el territorio que resuelva una demanda histórica de
los vecinos y vecinas. El objetivo: que desplazarse por la carretera de Moncada
sea una opción cómoda y con unas condiciones de seguridad óptimas.
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