Agentes de la Policía Nacional atendieron en la
tarde de ayer a un niño de ocho años inconsciente y que no respondía, tras al
parecer sufrir una hipoglucemia severa. Los agentes lograron extraer el dedo de
la madre que se lo había introducido en la boca para que no se ahogara, al
estar apresado por los dientes de su hijo, colocándolo inmediatamente en
posición lateral de seguridad.
Los hechos ocurrieron sobre las
cinco y media de la tarde de ayer, cuando los agentes que realizaban labores de
prevención fueron alertados por la Sala del 091, para que se dirigiesen al
aparcamiento de un supermercado del distrito de Trànsits, donde al parecer un
menor de edad estaba inconsciente y no respondía.
Los policías que se dirigieron
rápidamente al lugar, fueron requeridos por varios ciudadanos que les señalaban
uno de los coches del aparcamiento, localizando en su interior en la parte
trasera a un niño inconsciente y una mujer muy nerviosa y asustada, con un dedo
en la boca tratando de impedir que la propia lengua del menor lo asfixiara.
Los agentes lograron liberar el
dedo de la mujer que había introducido en la boca de su hijo para que no se
ahogara, con una cuchara metálica de un bar cercano y así evitar la asfixia por
obstrucción y lesiones por mordedura. Inmediatamente lo colocaron en posición
lateral de seguridad, recuperando instantes después la consciencia
momentáneamente, circunstancia que aprovecharon para suministrarle un zumo
azucarado, ya que posiblemente estaba sufriendo una hipoglucemia severa puesto
que el menor era diabético “tipo 1”.
Los agentes atendieron al menor
hasta la llegada del servicio sanitario que tras estabilizarlo lo trasladó a un
hospital de Valencia.
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