La serie de televisión de TNT,
adquirida por Netflix,
‘El alienista,’
recoge todas las inquietudes de lo que supuso la ruptura con el siglo
XIX y la entrada del s. XX. Ideal, sin duda, para amantes de lo
decimonónico, con todas sus contradicciones y presagios de ruptura
en una sociedad en la que la burguesía comienza su asalto al poder
frente a una nobleza que se resiste. Una etapa de grandes
desigualdades sociales en una ciudad como Nueva
York llamada a
ser capital del mundo, tierra de ilusiones pero plagada de la miseria
de la inmigración. Un Nueva York que crece en distritos, que
construye puentes y en el que las clases adineradas conviven de
refilón con la miseria que se adueña de la ciudad.
‘El
alienista’ está
basada en la obra de mismo título de Caleb
Carr que nos
recuerda en esta época que tildamos de romántica, aunque en lo
literario ya no lo fuera, a aquellos personajes intrépidos
adelantados e incomprendidos en su tiempo. En el alienista conviven,
como lo hicieran en las obras de Conan
Doyle arquetipos de
Watson y Holmes.
El alienista es un médico que
como él mismo se define no cura enfermedades del cuerpo, sino que
ayuda a los que tienen dolencias de la mente. De ahí surge su
curiosidad e inquietud investigadora cuando empiezan a sucederse una
serie de extraños crímenes en los bajos fondos de la ciudad con un
ritual o patrón común. Y al doctor Laszlo
Kryzler
se le unen su inseparable amigo, John
Moore,
un ilustrador del NY
Times,
que proviene de la alta sociedad; Sara
Howard,
la primera e intrépida mujer que forma parte del Departamento de
Policía de NY; la colaboración de dos sagaces y modernos
investigadores, que son hermanos y judíos, además de la connivencia
de un joven y resuelto Comisario que responde al nombre de Theodore
Rossevelt
¿les suena? En definitiva, buenos personajes y muy buenos actores en
los papeles protagonistas con Brühl
y
Evans.
Desde
luego, ‘El
alienista’
nos recuerda muchas cosas vista o leídas, pero tiene el mérito de
mostrarnos de una forma descarnada la irrupción del feminismo
en una sociedad muy rancia; la xenofobia
en una ciudad que se convierte en cuna de mil razas o la pederastia
como muestra de la degeneración humana.
‘El alienista’
arranca cada capítulo con una banda sonora que nos recuerda el
ensordecedor ruido de la sirena de un buque al llegar a puerto, las
ilustraciones de los personajes, junto a un Nueva York en crecimiento
y con una introducción que nos pone en antecedentes:
“En el siglo XIX las
personas que sufrían de enfermedades mentales se creía que debían
ser alienadas de sus propias naturalezas auténticas, los expertos
que las estudiaban eran conocidos como alienistas”
Nueva York,
año 1896, una ciudad que crece con sus grandezas y miserias, que se
asoma al siglo XX, con una burguesía acomodada y el instinto de
supervivencia de una ingente población inmigrante. Un asesino en
serie, una atmósfera sombría, un thriller psicológico y el
objetivo de capturar a un monstruo para entender su mente. ¿Se
suman a la aventura?
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